Alwaght- Desde hace mucho tiempo, Arabia Saudí y EEUU han tenido relaciones y colaboraciones en diferentes campos como el político, económico y estratégicos. Las relaciones de estos dos países siempre han sido cercanas, y ambos utilizaban elementos estratégicos para hacer frente a los asuntos que no pudieran controlar. Pero en los últimos 15 años, algunas cuestiones como los atentados del 11 de septiembre del 2001, la ocupación de Irak, el Despertar Islámico, la reducción de las importaciones de petróleo de EEUU desde Oriente Medio y el cambio de la estrategia estadounidense en esa región, han cambiado las relaciones Riad-Washington y creado algunos problemas entre ellos.
De hecho, cuando Irán y el Grupo 5+1 (Estados Unidos, China, Francia, el Reino Unido, Rusia más Alemania) llegaron a un acuerdo sobre el programa de energía nuclear iraní, los saudíes se preocuparon seriamente por las futuras relaciones entre Teherán y Washington. Podemos ver esta preocupación en las palabras del ex jefe de los servicios de inteligencia de Arabia Saudí, Bandar bin Sultan, en un artículo publicado por la cadena estadounidense Fox News. En este artículo, citando a Bandar bin Sultan, se escribió que los amigos de EEUU deben tener más miedo al país norteamericano que sus enemigos. Aquí, se plantea dos hipótesis:
1. Se ha creado una brecha más grande entre Arabia Saudí y EEUU y se puede ver una divergencia en sus relaciones.
2. Aunque se ha creado una brecha entre Riad y Washington, los dos países continúan sus relaciones estratégicas en el marco de sus intereses.
La creación de los elementos divergentes
Tras los recientes acontecimientos, las relaciones entre Riad y Washington han tomado otro rumbo, y de acuerdo a una hipótesis, estos países ya no tienen relaciones tan cercanas como en el pasado. Esta situación ha preocupado al régimen de Al Saud. En realidad, el asunto del Despertar Islámico, las posturas de EEUU hacia Egipto y Siria durante los últimos años y también las posturas estadounidenses sobre el programa nuclear de Irán causaron que Arabia Saudí renunciara a ocupar su asiento temporal en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en 2014. Entretanto, los comentarios de Bandar bin Sultan también causaron que los saudíes decidieran revisar las relaciones con el país norteamericano.
De hecho, algunos asuntos han aumentado las preocupaciones del régimen saudí sobre hasta cuándo podrán recibir los apoyos estadounidenses. Ahora bien, hay tres puntos importantes que plantean la revisión de las ventajas y desventajas sobre las relaciones Riad-Washington:
El primer punto es el asunto del petróleo. Según el informe de la Agencia Internacional de Energía (AIE), EEUU proporcionará sus necesidades petrolíferas hasta las dos siguientes décadas y no necesitará del petróleo del Oriente Medio, sobre todo de Arabia Saudí. Por otra parte, Arabia Saudí debido a sus necesidades internas, como el proporcionar electricidad y otras energías, consumirá una gran parte de su petróleo. Si esto llegara a suceder, se cambiarán las estrategias de EEUU y Arabia Saudí en sus relaciones para las próximas dos décadas.
El segundo asunto es que la estrategia de EEUU se ha concentrado en Asia Oriental en lugar del Oriente Medio. En la próxima década, Oriente Medio dejará de ser una prioridad estratégica para Estados Unidos. De hecho, en los últimos cinco años, EEUU ha reducido su presencia y sus intervenciones en el Oriente Medio, lo que ha sido interpretado por los saudíes como un cambio en la estrategia de Washington.
La tercera cuestión es que Arabia Saudí trata de adoptar políticas exteriores más independientes en comparación con otros actores en el Oriente Medio que son aliados de EEUU. Este país árabe busca reducir su dependencia del país norteamericano en lo que concierne a los asuntos de seguridad para poder garantizar su seguridad nacional en el caso de que Washington deje de apoyarle en un futuro.
Teniendo en cuenta la importancia de esos tres asuntos en la estrategia de seguridad nacional de Arabia Saudí y las discusiones de las autoridades saudíes, es obvio que Riad tenga preocupaciones serias sobre el posible debilitamiento de sus relaciones con EEUU, especialmente después de que el país norteño no respaldara a Egipto durante las revueltas árabes.
Si la región sigue viviendo un caos, si EEUU y Arabia Saudí no pueden resolver sus diferencias y si los dos países limitan sus cooperaciones, se debilitarán los lazos entre Washington y Riad, lo que aumentará las preocupaciones de Arabia Saudí. Por eso, la necesidad mutua de los dos países depende tanto de las condiciones ambientales como del nivel de percepción de los dos países. De cualquier manera, los saudíes no quieren poner en peligro sus relaciones con Arabia Saudí por las divergencias que pueden ser resueltas. Se espera que los saudíes muestren una reacción definitiva solo cuando no puedan llegar a un consenso con sus socios y que se vean obligados a tomar decisiones difíciles. Parece que debido al aumento de los desacuerdos entre los dos países, Arabia Saudí está estrechando los nexos con otros socios como Francia. Teniendo en cuenta la concentración de la estrategia estadounidense en Asia Oriental en vez del Oriente Medio, se podría hablar claramente sobre el deterioro de las relaciones Riad-Washington.