Alwaght- Desde principios de la década de los 90, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) presentó una nueva interpretación del concepto de “las amenazas a la paz y la seguridad internacional” y tomó nuevas decisiones al respecto. Tras el fin de la Guerra Fría entre el bloque oriental y occidental, según el Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, el CSNU, además de las guerras, decidió tomar medidas para hacer frente a todos los otros asuntos que amenazan la paz y la seguridad internacional. Sin embargo, hasta el día de hoy, no ha establecido la paz en todo el mundo.
En este sentido, cabe mencionar que, desde febrero de 2011, el CSNU no ha mostrado ninguna reacción a los acontecimientos de Bahréin. De hecho, esta organización ha adoptado una política de doble rasero ante algunos asuntos en el mundo y los intereses de las grandes potencias tienen influencia en sus decisiones y posturas. Por ejemplo, el CSNU intervino militarmente en Libia bajo el pretexto del apoyo a los civiles, pero en el caso de Bahréin, que la mayoría de sus ciudadanos son chiíes y siempre han sido reprimidos por el régimen de Al Jalifa, esta organización ha adoptado una postura indiferente y a pesar de las protestas de las organizaciones de derechos humanos, hasta el momento no ha emitido ningún comunicado condenando los crímenes de Al Jalifa.
El gobierno de Bahréin reprime a los manifestantes en su país. Según los informes de las organizaciones de derechos humanos y otros institutos, el gobierno Bahreiní ha adoptado una postura organizada para aplastar las protestas. Así pues, señalando los ataques organizados a los civiles, se puede decir que el gobierno de Bahréin comete un crimen contra la humanidad. Además, se puede ver la discriminación entre los chiíes y suníes en este país árabe que molesta a los chiíes mientras las organizaciones de derechos humanos han advertido reiteradas veces al respecto. Estas acciones discriminatorias del gobierno Bahreiní y sus malos comportamientos con los chiíes, debido a las diferencias religiosas y políticas, muestran el crimen contra la humanidad en este país árabe. Asimismo, de acuerdo con los abogados, no es descabellado que el gobierno de Bahréin haya cometido un genocidio y todas las acciones de este régimen demuestren los crímenes contra la humanidad.
Por otra parte, uno de los principales asuntos acerca de las evoluciones de Bahréin es el despliegue de los soldados de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y los demás miembros de las ‘Fuerzas del Escudo de Isla’ en este pequeño reino del Golfo Pérsico, demandado por Al Jalifa.
El acto invasivo de estos países, bajo la excusa de defender la infraestructura y los recursos gubernamentales, fue duramente criticado con protestas populares. No obstante estas duras protestas de la población fueron respondidas con represiones más duras por parte del Gobierno, secundado por las fuerzas saudíes y emiratíes. El hecho, a lo mejor al principio no parece una violación de las leyes internacionales, puesto que cualquier gobierno tiene derecho a pedir el despliegue de fuerzas militares de otro estado en su propio territorio, tal y como en 1958 demandó El Líbano el apoyo militar a Estados Unidos para hacer frente a las amenazas de las facciones comunistas. De esta forma, el operativo es completamente legítimo.
Mientras tanto el caso de Bahréin es diferente, puesto que los países árabes entre ellos los Emiratos Árabes Unidos alegan que su presencia militar en Bahréin es totalmente legal y en virtud al pacto conjunto de las 'Fuerzas del Escudo de Isla', según lo cual los miembros deben apoyarse el uno al otro contra amenazas militares exteriores a la alianza. Lo que pasa es que no se ha registrado ningún ataque extranjero en Bahréin y el levantamiento pacífico del pueblo no se ajusta al acuerdo.
A pesar de todo lo mencionado, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como responsable de mantener la paz y seguridad internacionales, nunca ha reaccionado ante las evoluciones de Bahréin, debido a los intereses políticos de países occidentales, incluido Estados Unidos. Cabe recordar que este organismo como representante de todas las naciones del mundo casi siempre ha aplicado medidas desiguales ante las mismas.