Las relaciones de Turquía y el régimen de Israel se vieron congeladas tras el sangriento asalto protagonizado en mayo de 2010 por soldados israelíes contra la ‘Flotilla de la Libertad’, un convoy humanitario turco que viajaba rumbo a la Franja de Gaza para romper el asedio israelí y entregar ayuda. En el suceso, 10 activistas turcos perdieron la vida y más de treinta personas resultaron heridas.
El portavoz de la presidencia turca, Ibrahim Kalin, ha pronunciado estas declaraciones a la prensa y ha exigido una compensación adecuada por el fallecimiento de dichos activistas.
Por otra parte, señaló que no puede haber una paz permanente en la región de Oriente Medio hasta que se resuelva el conflicto palestino-israelí e insistió en retomar el llamado proceso de paz entre el régimen israelí y el gobierno de unidad palestino.
De acuerdo con Kalin, los vínculos con el régimen de Tel Aviv no se restablecerán si ese régimen se niega a cumplir con esas condiciones.
Esto se produjo después de que Ankara y el régimen de Tel Aviv alcanzaron en el mes en curso en Suiza un acuerdo secreto de reconciliación, el cual establece una compensación para las víctimas, el regreso respectivo de los representantes diplomáticos y el inicio de negociaciones para exportar gas palestino a Turquía.
Funcionarios israelíes citados por medios de comunicación locales creen que los esfuerzos de Ankara para normalizar las relaciones con Israel se deben a la actual crisis que sufre Turquía por el derribo, el pasado 24 de noviembre, de un avión ruso por dos cazas F-16 turcos cerca de la frontera sirio-turca.