El diario estadounidense Washington Post informó que 965 ciudadanos estadounidenses han sido blanco de ataques y asesinados por las fuerzas de seguridad de este país.
Entre dichas víctimas, al menos 100 eran desarmadas cuando perdieron la vida durante los enfrentamientos con la policía, agregó el informe.
Las investigaciones también indican que aproximadamente un 40 por ciento de los disparos mortales de los agente se realizaron contra los hombres negros desarmados.
El año pasado, Estados Unidos fue testigo de masivas manifestaciones contra la violencia policial.
Los individuos fueron asesinadas por la policía de cualquier edad y en todos los estados excepto en Rhode Island, Dakota del Sur y Vermont. Algunas ciudades se destacan como más peligrosas que otras: Los Ángeles, Houston, Phoenix, Nueva York y Oklahoma City.
A pesar de que los defensores de derechos humanos afirman que el uso de la fuerza es necesario para proteger a los funcionarios de los trabajos muy peligrosos, las estadísticas no parecen respaldar esto. Por otra parte, los Oficiales de la Ley Nacional de Aplicación del Fondo Memorial informaron que 25 agentes de policía estadounidense fueron asesinados por disparos con arma de fuego en 2015.