Saad al-Ozman fue ejecutado en la ciudad oriental de Al-Damam, por matar con un arma de fuego a un ciudadano saudí, tras una disputa, según las fuentes estatales.
En este contexto, Amnistía Internacional (AI) anunció el jueves que el número de las ejecuciones en Arabia Saudí en el año en curso es el más alto durante las últimas dos décadas. 88 casos fueron registrados en 2014, aseveró.
En un comunicado emitido el jueves, AI condenó este tipo de ejecuciones y añadió que de los 152 decapitados en 2015, 71 fueron ciudadanos extranjeros.
“Los extranjeros, en su mayoría trabajadores migrantes de países en desarrollo, son particularmente vulnerables ya que por lo general carecen de conocimiento de la lengua árabe y se les niega la traducción adecuada durante el juicio”, reza el comunicado.
Según un informe de Amnistía Internacional, emitido el pasado mes de agosto, Arabia Saudí tiene un promedio de una ejecución cada dos días, en su mayoría por decapitación.
El pasado mes de noviembre asimismo la Unión Europea (UE) expresó su preocupación por el aumento de las ejecuciones en Arabia Saudí y le advirtió a Riad que si no pone fin a este proceso, llevaría el tema ante las Naciones Unidas y otras instancias internacionales por su abolición universal.