Según los resultados oficiales de las elecciones del último 6 de diciembre en Venezuela, la oposición se alzó con 109 diputados y los chavistas se quedaron con 55 escaños mientras tres curules se dedicaron a los indígenas.
Sin embargo, el dirigente del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Jorge Rodríguez, presentó una denuncia que puede derivar en impugnaciones a los resultados.
“Insistimos que se deben investigar las agresiones a la Constitución, a las leyes electorales y a la intención del votante (…) la Fiscalía debe actuar de inmediato porque estos son delitos penados por la ley”, subrayó Rodríguez.
Allí se habla de compra de votos y también de fraudes para que se registren votos de personas que en realidad han fallecido, especialmente en el estado de Amazonas.
El dirigente reclamó una investigación inmediata por parte de la fiscal general y del poder electoral. Después de las declaraciones de Rodríguez, el gobernador de Amazonas aseguró que su secretaria de gobierno había sido detenida.
El jefe de campaña del chavismo advirtió de que algunos de sus candidatos podrían impugnar los resultados de las elecciones en circuitos del estado Amazonas y de otros estados, donde la votación se resolvió a favor de la oposición por diferencias muy pequeñas y que registraron gran cantidad de votos impugnados.
Si alguna de las denuncias presentadas aquí prospera en impugnaciones, será el Consejo Nacional Electoral y el Tribunal Supremo de Justicia el que tenga la última palabra que podría cambiar la composición que la Asamblea Nacional tendrá desde el próximo 5 de enero.