El apoyo a la mandataria brasileña fue mayor en las ciudades como, Sao Paulo, Rio de Janeiro y Brasilia. Las protestas reunieron en total a 51.000 personas según la policía y a 292.000 según los organizadores.
"No consiguieron nada atacando mi biografía que es conocida, una mujer que luchó, yo soy una mujer honesta. No consiguen encontrar una razón consistente para sus actos para intentar interrumpir mi mandato y es eso, esa falta de razón que nosotros llamamos golpe. Luchare contra la interrupción ilegitima de mi mandato", dijo Rousseff en un acto progobierno en Brasilia.
En este sentido, la fiscalía general de Brasil pidió que el presidente de la cámara de Diputados Eduardo Cunha, sea apartado del cargo por haber actuado "en beneficio propio".
La solicitud fue presentada ante la Corte Suprema y está relacionada con maniobras de Cunha para obstaculizar investigaciones de la justicia y del Congreso. Estos dos órganos buscan probar que Cunha cobró sobornos por al menos 5 millones de dólares en el marco de corrupción en Petrobras y luego los traspasó a cuentas secretas en Suiza.
Cunha, el poderos legislador brasileño, abrió la semana pasada, el proceso de juicio político a la mandataria Dilma Rousseff.