Alwaght- La situación en el campo de batalla está a favor de las fuerzas del Ejército yemení y los comités populares. El movimiento popular Ansarolá ha ganado terreno ante Arabia Saudí y sus combatientes han repelido los ataques de los agresores.
- Seguir la estrategia de “El sur de Arabia Saudí frente al sur de Yemen”.
Esta estrategia es una opción para Ansarolá y el Ejército yemení, los comités populares y el pueblo yemení han logrado muchos logros a través de la misma.
- La situación del campo de batalla en el sur de Yemen. La situación en las regiones bajo el control de Arabia Saudí, especialmente la de Adén es muy similar a la de Somalia. Si ignoramos los ataques aéreos, otras zonas en Yemen gozan de una mejor situación económica y de seguridad.
- El fracaso de Arabia Saudí en el manejo político y militar de la coalición. Se han asestado duros golpes económicos a Arabia Saudí y sus aliados y la guerra se ha cobrado la vida de muchos soldados de esos países.
- Las crecientes diferencias entre los sureños y los agresores por un lado y los Emiratos Árabes Unidos (EAU) con Arabia Saudí por otro obligaba a Riad a sentarse a la mesa de diálogos. Las conversaciones en Ginebra se celebran entre las facciones políticas yemeníes. Todas las leyes internacionales, los tratados de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y los logros de los diálogos nacionales entre yemeníes, las pláticas en Mascate y todos los acuerdos anteriores para salir de la crisis yemení se produjeron en este marco.
- El acuerdo de 7 artículos de Masctae fue clave durante las negociaciones.
Este convenio fue firmado por todas las partes implicadas en la crisis yemení, pero fue objeto de críticas por parte de Arabia Saudí. También se destaca esta postura de Arabia Saudí que el fin de la guerra en Yemen significa su fracaso político y militar en este país y sus objetivos incumplidos en el terreno. Pese a que la guerra ha agotado a Riad, el agresor toma cualquier medida para obstaculizar los diálogos.
- El fracaso de las negociaciones conducirá a que Arabia Saudí y sus aliados sufran más pérdidas, teniendo en cuenta que no han podido alcanzar sus metas en el campo de batalla. También, la eliminación de las fronteras en el norte y la intensificación de las actividades de Al-Qaeda y Daesh en el sur provocarán más problemas para las regiones meridionales.
- Seguir de cerca el enfoque de la ONU y sus posturas ante las delegaciones en las conversaciones y su comportamiento con los representantes de Ansarolá y sus aliados, especialmente sus posturas ante las políticas de doble rasero.
- El fracaso de las fuerzas de la coalición liderada por Arabia saudí en el terreno y la resistencia de Ansarolá y sus aliados en el campo de batalla y en las negociaciones políticas ha hecho que se retomen los diálogos en Ginebra.
- La necesidad del conflicto y los ataques y la retirada de las fuerzas extranjeras de Yemen, el fracaso del cerco marítimo, terrestre y aéreo y la entrada de las ayudas humanitarias.
- Hacer hincapié en que las vías políticas son las únicas soluciones apropiadas para cumplir las ideales y las metas de la revolución yemení y poner fin a la agresión. Asimismo, enfatizar en que la realización de las conversaciones bilaterales que sean lejos de las injerencias foráneas es la condición principal de solucionar la crisis.
- Incitar a la opinión pública en países árabes y musulmanes y otras naciones a presionar a Arabia Saudí para que se envíen comités investigadores a Yemen y evalúen las pérdidas en este país para luego pedir indemnizaciones a Arabia Saudí.