Alwaght- A pesar de los valores mediáticos de la congregación de Arbaín, los medios de comunicación occidentales tratan de boicotear sus noticias para restar importancia a esta ceremonia.
En los últimos años y después de la apertura de las vías hacia Karbala (Irak), donde se encuentra el mausoleo del tercer imam de los musulmanes chiíes, el Imam Husein (la paz sea con él), millones de personas se congregan para participar en esta antigua ceremonia religiosa.
Según cifras oficiales, este año, más de 22 millones de peregrinos de diferentes partes del mundo participaron en la ceremonia de Arbaín, dos millones más que el año anterior.
Esta gran concurrencia de fieles es de mucha importancia en una ceremonia religiosa, en particular si tenemos en cuenta la crítica situación política y social de la región. Irak se encuentran en el corazón de las crisis del Oriente Medio y los terroristas del grupo takfirí Daesh han desestabilizado vastos territorios de este país árabe. Sin embargo, millones de chiíes de diferentes partes del mundo pasan días aminando para asistir a los rituales de Arbaín.
Desde el punto de vista mediático, esta gran congregación con tales características es mucha importancia para los medios de información y podría ser motivo de varios informes, reportes y análisis en las agencia de noticias. Sin embargo, los medios occidentales que incluso cubren los sucesos en los puntos más lejanos del mundo, se hacen de la vista gorda ante este evento y tratan de no tomar en cuenta la ceremonia de Arbaín en las noticias del día.
Johan Galtung and Marie Holmboe Ruge fueron dos de las más famosas figuras en el campo de las ciencias de la comunicación y los valores de la noticias. Estos dos investigadores publicaron en 1965 un artículo titulado ‘La Estructura de las Noticias Extranjeras’, en el que mencionaron los más importantes elementos que dan valor a una noticia.
Entre estos elementos se pueden destacar: el “Impacto”, la “Prominencia”, “Conflictos, discrepancia o choques”, “Rareza”, “Magnitud, grandeza o abundancia”, “Proximidad” y la “Actualidad”.
Si analizamos la ceremonia de Arbaín en Karbala, valiéndonos de esta teoría, vemos que este evento cuenta con al menos tres de estos siete valores periodísticos. Por ejemplo, la participación de más de 20 millones de personas de varios países del mundo, incluidos Irak, Irán, Nigeria, Baréin, Paquistán, El Líbano, Siria, Turquía, Afganistán, La India, Egipto, Yemen, Arabia Saudí, Kuwait etc., avala los valores de “Impacto” y “Magnitud”. Si queremos comparar Arbaín con otra congregación musulmana, podemos compararlo con el Hach, en el que participan solo 5 millones de personas, es decir una quinta parte de los musulmanes que conmemoran Arbaín. Por otro lado, en el mundo de los no musulmanes, tampoco se celebra una congregación similar.
Hay otro punto a tomar en cuenta. Irak fue el primer país que se convirtió en el objetivo de Daesh. El Ejército y las fuerzas populares de este país están luchando contra este grupo desde hace años y los atentados terroristas se cobran diariamente la vida de muchas personas. Teniendo en cuenta la ideología antichií de Daesh, podemos entender que existía una seria amenaza terrorista contra los chiíes en la ceremonia de Arbaín. De esta manera, llevarse a cabo una ceremonia en una región socavada por la inseguridad muestra su importancia noticiera.
Otro elemento que otorga la importancia noticiera a una ceremonia es que esta tenga una característica única y extraordinaria. Como se explicó, Arbaín es una ceremonia extraordinaria no solo en el mundo islámico sino también en comparación con las celebradas por los seguidores de otras religiones. En definitiva no hay una igual en el mundo.
A pesar de la importancia de Arbaín y sus características mencionadas, vemos cómo los medios occidentales se abstienen de cubrirlo e intentan presentarlo como una ceremonia corriente restándole valor. La principal causa es que Irán está en el centro de este evento religioso y político, y hablar de esta ceremonia contradice los criterios y estándares de esos medios. De hecho, la celebración de una ceremonia tan grande en una región insegura y desestabilizada, sin que haya ocurrido ni un ataque terrorista, es un gran logro para Irán e Irak del que los medios occidentales no quieren hacer eco para no beneficiar a Irán y a los chiíes en Irak. Si además de esto, tenemos en cuenta que este éxito ha tenido lugar pocas semanas después de los atentados en Francia, que ha provocado una difícil situación para los países en esta región, entenderemos mejor el porqué de la censura a la que ha sido sometido Arbaín.
Eso refleja que los medios occidentales se hacen eco de lo que les conviene y boicotean cualquier hecho o evento cuyo informe no esté a su favor o que beneficie a los enemigos de esos medios. Todavía no hemos olvidado la diferencia que hubo entre el cubrimiento de los ataques de París y el del atentado en El Líbano, acaecido dos días antes de los atentados de Francia, que desató una gran polémica. Los atentados eran similares y se saldaron con la muerte de un número casi igual de personas.