Alwaght- El Gobierno ruso ha revelado su decisión de reforzar su presencia militar en Siria, donde sus tropas están llevando a cabo operaciones antiterroristas contra el grupo terrorista Daesh.
Así ha declarado este miércoles el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, asegurando que ha tomado una serie de medidas a la hora de reaccionar ante incidentes semejantes al derribo del avión ruso en Siria por parte de Turquía.
En este sentido, Moscú tiene previsto desplegar el sistema antiáereo S-400 en la base militar rusa de Jmeimin, en Siria.
La noticia se conoce un día después de que el Ejército del país turco derribara un avión de combate ruso bajo excusa de violar en repetidas ocasiones su espacio aéreo y hacer caso omiso a las advertencias.
Por su parte, el ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguei Lavrov, quien canceló el martes su viaje oficial a Turquía después de conocerse el derribo de un caza ruso Sujoi Su-24 cerca de la frontera turco-siria, ha expresado que todo parece indicar que el derribo del avión militar SU-24 fue una provocación planeada.
“Tenemos informaciones que confirman que fue un acto premeditado; una emboscada y esperaban un pretexto para atacar”, denunció.
Conforme al canciller ruso, el aparato Su-24 y su tripulación no amenazaron la seguridad de Turquía, y solamente cumplían una misión en la lucha contra Daesh en Siria.
A su vez, el piloto rescatado del bombardero ruso Su-24, que fue derribado por Turquía, ha afirmado que su avión no cruzó ese límite, ni un solo segundo. El aseguró que la parte turca no advirtió a la aeronave rusa.
Ante esta situación, el Gobierno de Moscú, que ha considerado la intervención turca "un asunto muy serio", convocó de urgencia a su gabinete de seguridad.
Con fecha anterior, Ankara había llamado al embajador ruso en Turquía para protestar por el apoyo ruso a las fuerzas leales al presidente sirio Bashar al-Asad en su lucha contra grupos terroristas.