Las fuerzas yemeníes también dispararon numerosos proyectiles de mortero contra las bases militares saudíes en las afueras de la ciudad de Al-Rabu'ah, en la región de Asir, suroeste del reino saudí. Hasta el momento, no hay informes sobre posibles víctimas.
En este sentido, los soldados yemeníes respaldados por comités populares lanzaron ataques de represalia contra la base militar de Al-Ash en la ciudad fronteriza de Najran, ubicada en el suroeste de Arabia Saudí, así como tomaron el control de una localidad estratégica en la parte oriental del país árabe ocupada por los elementos terroristas y los milicianos fieles al expresidente fugitivo, Abdu Rabu Mansur Hadi.
Mientras tanto, los terroristas de Al-Qaeda mataron a 15 soldados yemeníes en dos ataques a los puestos de control en la provincia suroriental de Hadramaut.
Yemen ha sido testigo de ataques aéreos liderados por la coalición árabe desde 26 de marzo, la que trata de socavar el movimiento popular yemení Ansarolá.
Terroristas de Al-Qaeda también han intensificado sus actos de violencia en Yemen tras la campaña militar dirigida por Arabia Saudí.
Según la Coalición Civil de Yemen, al menos 7.500 yemeníes han perdido la vida, más de 16.000 resultado heridos y sido destruidas varías infraestructuras públicas, entre las que destacan 231 escuelas y centros de enseñanza, 214 centros de asistencia médica y 564 mezquitas, por los ataques saudíes contra el país árabe.