Alwaght- los autores de los recientes ataques terroristas en París, capital francesa, son los seguidores de una idea que Arabia Saudí y algunos países occidentales han apoyado y extendido en el mundo.
Quizá, hasta hace cuatro años, la mayoría de las personas en el mundo no sabían que Arabia Saudí era el principal patrocinador del salafismo, pero después del inicio de las crisis en Siria e Irak, se reveló el papel del régimen de Al Saud en apoyar a los grupos salafistas, especialmente al grupo terrorista Al-Qaeda. Durante los últimos dos años, han sido publicados muchos informes sin precedentes acerca de la relación de los saudíes con los grupos salafistas por los medios de comunicación occidentales, uno de estos informes es el artículo de Thomas Friedman publicado por el diario The Washington Post.
Este periodista estadounidense en su artículo dice que desde 1970 el régimen saudí ha invertido miles de millones de dólares en el mundo árabe e islámico para extender el salafismo y el wahabismo que están en contra de los valores humanitarios y de la seguridad del mundo, lo que daña el modernismo. A continuación, Friedman dice: “miles de saudíes se han unido al grupo terrorista Daesh o se entregan las ayudas destinadas a las instituciones de caridad en los países ribereños del Golfo Pérsico a los terroristas de Daesh. ¿Por qué? Todos estos grupos extremistas y yihadistas, como Al-Qaeda, Daesh y el grupo terrorista Frente Al-Nusra, se formaron en base a la ideología del wahabismo. Arabia Saudí promueve estos pensamientos extremistas a través de las escuelas y mezquitas en algunos países como Marruecos, Paquistán e Indonesia.”
Este periodista en su artículo indica un informe publicado por la cadena británica BBC el 5 de diciembre de 2010 en el que se escribió: “la exsecretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, el año pasado, en un documento que fue revelado posteriormente, advirtió que los saudíes tuvieron un papel importante en la ayuda financiera a los grupos terroristas sunitas en el mundo.”
Sin embargo, el Occidente, sobre todo EEUU, además de su apoyo al régimen de Al Saud, ha dado inmunidad a los saudíes a nivel internacional. Alastair Crooke, el ex funcionario de los servicios de inteligencia británicos, el pasado agosto, en una entrevista con el diario norteamericano The Huffington Post dijo: “la inversión de miles de millones de dólares de Arabia Saudí y EEUU con el plan de manejar el mundo islámico causó que el wahabismo se arraigara en los campos sociales y culturales de todas las regiones islámicas. Este asunto ha causado que, desde la visita del fallecido rey saudí Abdolá bin Abdulaziz Al Saud y, el portaviones estadounidense USS, Theodore Roosevelt, hasta ahora, Estados Unidos haya coordinado sus políticas con Arabia Saudí.
A continuación, Crooke añadió: “En el marco de la cooperación conjunta del Occidente y Arabia Saudí en la región –que tiene como objetivo impulsar los proyectos occidentales como la lucha contra el socialismo, baasismo, nasserismo y la influencia de Irán y Rusia– los políticos occidentales prefirieron ver únicamente lo que buscaban en Arabia Saudí (riqueza, modernidad e influencia) y hacerse de la vista gorda deliberadamente ante el wahabismo.” El ex funcionario de los servicios de inteligencia británicos dijo: “entonces, ¿por qué nosotros deberíamos sorprendernos de que Bandar bin Sultan (el director general de la Agencia de Inteligencia saudí) dirija las rebeliones en Siria contra el Gobierno de Bashar al-Asad, bajo el liderazgo del Occidente, y que de estas rebeliones se forme el grupo terrorista Daesh?”
Se pueden ver las señales de apoyo del Occidente al terrorismo en Yemen más que en otros países. Los países occidentales apoyan políticamente, militarmente, armamentísticamente, mediáticamente y de inteligencia a la guerra de Arabia Saudí contra el gran enemigo de los grupos takfiríes y salafistas, es decir, el movimiento popular yemení Ansarolá. Recientemente, el embajador de Rusia en Yemen, Vladimir Dédushkin, dijo: “de momento, solamente Ansarolá está luchando contra Al-Qaeda y entre tanto, la coalición árabe (liderada por los saudíes) y las fuerzas afines al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, simultáneamente, atacan a este movimiento popular.”
Todos estos asuntos muestran que el Occidente no solo se ha enfrentado a los movimientos takfiríes y salafistas, aunque ha conocido la naturaleza peligrosa e inhumana de estos grupos, sino que siempre ha apoyado a Arabia Saudí que desempeña el papel de padrino de los grupos terroristas. Se puede decir que el Occidente es el cómplice de los grupos terroristas en sus acciones inhumanas en diferentes puntos del mundo.