Quizás no sea tan difícil la respuesta a esta pregunta. Los países árabes que cuentan con la mayor parte del petróleo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), y que poseen cientos de miles de millones de dólares de reservas de divisas, han cercado geográficamente al régimen de Israel y han gastado billones de dólares en los últimos años para comprar armamentos más avanzados. Sin embargo, ellos nunca ofrecen su apoyo para resolver la crisis que viven los territorios palestinos por décadas.
Mientras el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) y el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) han logrado derrotar a Israel en varias batallas, Arabia Saudí que alega ser el líder del mundo árabe, no moviliza a los países árabes para liberar a Al-Quds y solventar la causa palestina.
Los países árabes no solo no adoptan ninguna medida práctica para apoyar a la resistencia y la intifada palestina, sino que buscan obstaculizar el levantamiento popular contra Israel.
En realidad, Estados Unidos e Israel han mantenido dependientes a los regímenes árabes con el objetivo de quitarles la voluntad de resistir. Los Estados árabes se presentan como los defensores de Al-Quds e incluso celebran reuniones extraordinarias al respecto para engañar a la opinión pública, pero no toman ninguna decisión eficaz. Por otro lado, estas reuniones también pueden impedir un levantamiento popular contra la ocupación israelí.
Si los árabes cumplieran con sus responsabilidades étnicas y religiosas ante la causa palestina, Israel no tendría ningún lugar en esta región.