Tras su primer encuentro privado con el presidente estadounidense, Barack Obama, mantenido en la ciudad de Nueva York, EEUU, el mandatario ruso ha declarado que Rusia "debe respetar los intereses de Israel" en relación con Siria, pero está preocupado por sus ataques aéreos en el país.
También ha subrayado que la coordinación con el régimen de Israel respecto al conflicto sirio será ejecutada por comandantes militares, y que no hay necesidad de crear un organismo bilateral.
En otra parte de sus afirmaciones no descarta unirse a los ataques aéreos contra el grupo takfirí Daesh, sin embargo, deja claro que Moscú no participará en operaciones terrestres contra Daesh en Siria.
Asimismo, Putin ha reiterado su posición sobre la permanencia de Bashar al-Asad en el poder. “El pueblo sirio debe decidir el futuro de Assad, no Obama y François Hollande", ha alertado el mandatario ruso.
Putin ha calificado de "muy efectiva y honesta", su reunión con Obama y que han llegado a un acuerdo "trabajar para superar las brechas".
Los analistas de DEBKAfile han anunciado que este mensaje del mandatario ruso confirma que la intervención rusa está resultando determinante para la victoria del presidente sirio Bashar al-Asad.
Además añaden que esas declaraciones" nos advierten de la posibilidad de un choque, cada vez más probable, entre las fuerzas ruso-sirio y las fuerzas israelíes", algo cuyas consecuencias finales son difíciles de determinar en estos momentos.