Alwaght- Transcurrida más de una década, los estadounidenses en el marco de una lucha propagandística y política han considerado al grupo takfirí Daesh —creado por EEUU y sus aliados— una gran amenaza para la seguridad mundial y los intereses de los países occidentales. Por ello en 2014, formaron una coalición internacional e iniciaron una guerra anti-Daesh en Irak y Siria.
Un breve vistazo a los actos de terror cometidos por la banda terrorista Daesh desde junio de 2014 nos permite ver la indiferencia del Gobierno de Washington ante las violentas incursiones que llevan a cabo los elementos de Daesh en algunas provincias en Irak. En agosto del año pasado, Thomas Frieder, columnista del diario estadounidense The New York Times, en una entrevista con el presidente norteamericano Barack Obama, desveló la falta de atención de la Casa Blanca hacia los crímenes y las atrocidades que comete Daesh en la ciudad de Mosul, capital de la provincia norteña de Nínive, y en Sinyar y Zumar (norte) contra los cristianos, yazidíes y turcomanos residentes en esas zonas. Para Thomas Frieder, la actuación de Daesh en tales urbes, era la lucha contra las fuerzas de grupos extremistas cuya responsabilidad recaía sobre los mismos iraquíes.
Empero después de un periodo de corto tiempo, EEUU cambió su enfoque respecto a Daesh, pues la política de enfrentamiento y confrontación fue sustituida por contención y evasión. En efecto, el cambio de la iniciativa estadounidense tuvo lugar después de que los elementos de Daesh traspasaran las fronteras determinadas y cambiaran su rumbo desde la ciudad capitalina de Bagdad hacia las provincias norteñas de Irak y tomaran el control de las ciudades de Sinyar y Zumar, donde vive la minoría yazidí, tras expulsar a las fuerzas kurdas iraquíes (peshmerga).
Es de suma importancia destacar que las ciudades kurdas en Irak poseen un lugar preponderante dentro de las estrategias de EEUU para Oriente Medio, en particular, la ciudad de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, que es anfitriona de las bases informáticas y militares norteamericanas en la región que son manejadas por decenas de expertos y agentes estadounidenses.
Asimismo, el Kurdistán de Irak tiene 14 bloques petroleros que están bajo la vigilancia de la empresa estadounidense Exxon Mobil. Recientemente, las autoridades iraquíes han informado del hallazgo de uranio entre las ciudades de Bikahl y Shaqlawa en esta región autónoma.
Tampoco se puede olvidar que el Kurdistán de Irak es considerado una de las sedes claves donde se concentra la política estadounidense en lo referente a los asuntos de Oriente Medio. Esta parte de Irak tiene una relación estratégica con el régimen de Israel. Por esto y otros factores, como la atracción de la opinión pública y la decapitación de algunos ciudadanos estadounidenses por Daesh, llevaron al Gobierno de Washington a acelerar el envío de armas y asesores militares hacia los peshmerga en el Kurdistán. En efecto, EEUU y sus aliados, antes de que Daesh perpetrara agresiones contra el Kurdistán, valoraban positivamente la existencia de esta banda terrorista para proveer sus intereses y socavar a los aliados regionales de Irán. La agresión de Daesh a Ebril y la matanza de la minoría religiosa en Mosul y Sinyar desempeñaron un papel importante en el comienzo del ataque de la denominada coalición anti-Daesh contra Irak. En este mismo contexto, EEUU, desde agosto de 2014, empezó a bombardear las posiciones de Daesh en Mosul. Entonces, el 11 de septiembre de 2014, Obama encabezó la coalición anti-Daesh. En un principio, unos 60 países anunciaron su disposición para formar esta alianza internacional, pero ahora menos de 40 países forman parte de esta coalición.
Mientras la coalición liderada por EEUU logró disminuir la capacidad de acción de las fuerzas de Daesh, sin embargo, no fue capaz de frenar sus avances en el territorio iraquí. De hecho, se puede decir que las fuerzas militares y los milicianos iraquíes y kurdos fueron quienes desempeñaron papeles claves en la expulsión de los integrantes de Daesh de algunas regiones de su país, en tanto, que la coalición internacional solo jugó un papel de apoyo.
La no participación de Irán, Rusia y Siria en la coalición internacional anti-Daesh, así como el liderazgo de esta alianza por EEUU y sus aliados, quienes crearon esta banda terrorista, son los factores más influyentes en la ineficacia de esta alianza.
En líneas generales, la división de los actores políticos y la multiplicidad y contradicción de la metas de cada miembro de esta alianza han causado que la coalición anti-Daesh, hasta el momento no pueda alcanzar logros destacados. Durante el último año, la coalición que dirige EEUU ha lanzado 5800 ataques aéreos contra las posiciones de Daesh. Para aclarar el tema, a continuación haremos una simple comparación. Estados Unidos, en 1991 encabezó una coalición internación en la que participaron 36 países para liberar Kuwait. Durante los bombardeos que duraron unos 43 días, EEUU allanó el camino para realizar operaciones terrestres. Durante estas operaciones, la alianza dirigida por el país norteamericano efectuó casi 110 mil ataques aéreos que desembocaron en la destrucción de una parte importante de las armas y municiones de las fuerzas iraquíes y asestaron duros golpes al Ejército iraquí.
Al echar un vistazo breve a las actitudes de la coalición internacional anti-Daesh en Siria e Irak, se puede observar que esta alianza efectúa, diariamente, casi 16 ataques aéreos contra las posiciones de Daesh.
Por último, se puede decir que si bien la creación de la coalición internacional anti-Daesh fue creada bajo la idea de que EEUU y los países miembros erradiquen de raíz los elementos de esta banda, parece que la conducta contradictoria de los miembros de dicha coalición con bandas terroristas como Daesh no derive en la derrota de este fenómeno.
Si aceptamos que Daesh es considerado una amenaza contra la influencia de Irán y el eje de la Resistencia en la región, pues es necesaria la existencia de esta banda terrorista, pero cuando los avances de este grupo terrorista amenaza los intereses de Occidente y sus aliados se debe tomar medidas para frenarlos.
Actualmente, parece que los patrocinadores de esta banda terrorista buscan el escenario de la existencia de Daesh, empero esta banda debe convertirse en un grupo débil y controlable en la región para luego ser utilizado como un instrumento alternativo en casos necesarios.