Alwaght- Por fin estableció la paz en la relación tensionada colombo-venezolana. Venezuela Y Colombia acordaron en la capital ecuatoriana, Quito, superar la crisis fronteriza que hace más de un mes ha causado el cierre de la frontera.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, y su par colombiano, Juan Manuel Santos, dialogaron unas cinco hora en Quito con la mediación del presidente de Ecuador, Rafael Correa, como presidente pro tempore de CELAC y el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, presidente pro tempore de la UNASUR.
Al fin, los dos países llegaron a siete puntos comunes para formar una agenda bilateral a fin de solucionar el problema. Estos siete temas acordados son:
1. Retorno inmediato de los embajadores a las sedes consulares respectivas.
2. Impulso progresivo de la normalización de la frontera.
3. Promover la coexistencia armónica entre modelos económicos, políticos y sociales de cada país.
4. Investigación conjunta de los hechos en la frontera colombo-venezolana.
5. Reunión de gabinetes ministeriales este miércoles 23 de septiembre en Caracas.
6. Acompañamiento de Ecuador y Uruguay, como representantes de CELAC y UNASUR.
7. Fortalecimiento del diálogo bilateral.
"Triunfó la sensatez, el diálogo y lo que debe triunfar siempre: la paz, la paz entre nuestros países", expresó Maduro.
"Aquí primó, como dice el presidente Maduro, la sensatez. Esta fue una discusión, un diálogo sereno, respetuoso y productivo y me complace muchísimo poder restablecer este diálogo con Venezuela porque lo hemos dicho tantas veces: cuando dos mandatarios tienen diferencias quienes sufren son los pueblos", destacó Santos.
La crisis fronteriza colombo-venezolana inició cuando los paramilitares colombianos atacaron a los funcionarios de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana de Venezuela, FANB, e hirieron a tres soldados y un civil en el estado Táchira.
Tras el ataque, el mandatario venezolano que hace más de un año estaba denunciado la presencia de los paramilitares y contrabando en su frontera con Colombia, cerró parcialmente la frontera y deportó a los colombianos indocumentados sospechosos de las acciones ilícitas en Venezuela. Esta medida irritó al gobierno del país vecino y convocó a su embajador, lo cual fue respondido por Venezuela con una orden similar.