Con el objetivo de llegar a Austria y Alemania, la mayoría de los afectados usan la ruta marítima, mediante la cual arriban principalmente a países de la zona balcánica y también a Hungría.
Hasta el momento, Alemania y Austria han recibido 20 mil peticiones de asilo de migrantes que han llegado a Berlín y Viena, mientras que el Gobierno alemán espera acoger 800 mil refugiados antes de que culmine este año. Las autoridades germanas anticiparon que serán recibidos en esta primera etapa un total de 31.443, de un paquete de 120 mil refugiados que se distribuirán entre otros Estados de la Unión Europea (UE).
Aparte de todos los asuntos humanitarios y los interese de recibir a los refugiados sirios e iraquíes, se plantea la interrogante ¿por qué no se dirige la oleada de los refugiados árabes hacia los países árabes y adinerados del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico)?, ¿Por qué los países árabes ribereños del Golfo Pérsico, no reciben a sus compatriotas árabes y por qué mantienen el mutismo al respecto?
La respuesta a esta pregunta, hay que buscarla en factores políticos, demográficos y económicos. Para tener una mejor comprensión respecto a estas preguntas, tenemos que dejar al último el factor económico, pues son de más importancia factores políticos y demográficos. Generalmente, en los Estados árabes ribereños del Golfo Pérsico, los nativos forman entre el 10 y el 15 por ciento de la población del país y, como consecuencia, la preocupación por la presencia de refugiados se debe principalmente a asuntos sanitarios, de alojamiento, alimentarios y segundo a los efectos que puede causar en la formación demográfica.
Teniendo en cuenta, la falta de una visión optimista respecto a la crisis que aqueja la zona y en concreto Siria, los líderes del CCG tienen temor de que esta oleada de refugiados pudiera provocar una crisis dentro de sus Estados y que no fuera muy fácil repatriarles una vez que acabe la crisis, pues los datos han demostrado que durante las últimas décadas, la mayoría de los inmigrantes no han retornado a su patria y prefieren quedarse en el país de acogida.
El factor político es otro elemento disuasorio que ha llevado a los gobernadores del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico a negarse a acoger a refugiados. Por otra parte, la mayoría de los afectados sirios es culta y de la clase alta de la sociedad de su país, por lo que tiene un buen conocimiento respecto a asuntos políticos, mientras que los gobernadores de países árabes del Golfo Pérsico vienen desde hace varias décadas manteniendo lejos a sus ciudadanos de todo lo referente a la política. Ante esta situación, no les conviene un acercamiento entre los refugiados y su población.
Finalmente, en tercer lugar se estudian los factores económicos, dado que los inmigrantes y trabajadores de países petroleros árabes proceden mayoritariamente de países como Yemen, Paquistán, Filipinas, Egipto, etc., ya no hay más espacio para recibir más inmigrantes. Ante esta situación, los refugiados prefieren dirigirse hacia los Estados miembros de la Unión Europea, en concreto, Alemania.