Alwaght- La membresía de Ucrania en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) no recibirá la bienvenida de Rusia, pues el Gobierno de Moscú la considera una línea roja. Por tanto, Moscú usará todas las herramientas posibles para presionar a Kiev y cortar cualquier enlace entre estos dos, en concreto, esta situación se manifiesta después de que la crisis que provocó el derrocamiento del presidente de Ucrania Víctor Yanukovich, dando lugar a una guerra en el este del país entre los manifestantes prorrusos y el Gobierno prooccidental de Kiev.
Además, desde su llegada al poder, el nuevo Gobierno ucraniano no ha sido capaz de instaurar la seguridad del país, de tal manera que, para cumplir con esta responsabilidad, ha puesto su mirada en las actuales estructuras euroatlánticas, en concreto, la OTAN.
En tales condiciones, los esfuerzos crecientes del Gobierno de Kiev para fortalecer sus lazos con la OTAN y con los mecanismos occidentales, se enfrentan al rechazo del Gobierno de Moscú que considera la membresía de Ucrania en OTAN en contra de los contratos pactados entre Rusia y el Occidente.
En otras palabras, se puede decir que la adhesión de Ucrania en la OTAN, en un futuro próximo, es poco probable, ya que podría provocar más tensiones entre Rusia y el Occidente, mientras que los Estados europeos intentan reducir la tensión en este continente.
Además, Ucrania tampoco reúne los requisitos para ser un miembro de la OTAN y, al parecer, los miembros de esta alianza no están muy interesados en aceptar un nuevo miembro con tales condiciones. En otras palabras, la grave crisis política que atraviesa actualmente Ucrania ha provocado una guerra civil y la secesión de una parte de su territorio y, además, le está llevando al borde de una guerra con su vecino, Rusia.
El caso de Ucrania es muy similar al de Georgia, de hecho, el 26 de agosto de 2008, tras la segunda guerra con Georgia, Rusia fue el primer país en reconocer oficialmente la independencia de Osetia del Sur al igual que la de Abjasia. Ante esta situación y ante la posible adhesión de Georgia a OTAN, fueron abordados numerosos temas, no obstante, el caso se ha quedado suspendido hasta hoy, pues igual que Ucrania, las medidas geopolíticas de Georgia están bajo la minuciosa lupa del Gobierno de Moscú.
Teniendo en cuenta estas condiciones, cabe mencionar que las recientes medidas conjuntas que han tomado Ucrania y la OTAN, como la inauguración de nuevas oficinas de la Alianza en Ucrania y la realización de maniobras conjuntas, parecen más a un espectáculo propagandístico que a un enfoque realista, pues, Ucrania no puede cumplir con los requisitos para constituirse en miembro pleno de la Alianza.