En este sentido, el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, pidió el viernes a los miembros de la llamada coalición internacional anti-Daesh en Irak y Siria a cooperar con las fuerzas armadas sirias.
Sin embargo, Obama dijo que la ayuda de Rusia no impactaría la misión principal de EEUU para combatir los terroristas de Daesh en Siria, pero podría impedirnos llegar a un acuerdo político.
Por su parte, Lavrov anunció que es imposible derrotar el grupo terrorista de Daesh sólo a través de los ataques aéreos, y agregó que es necesario cooperar con tropas terrestres y el ejército sirio para pelear contra Daesh.
Lavrov ha negado las acusaciones de los Estados Unidos y la OTAN contra Rusia de desplegar tropas en Siria.
El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, le advirtió el miércoles a su homólogo ruso con una llamada telefónica de la decisión de Moscú en Siria y señaló que esto podría conducir a una mayor violencia e inestabilidad en Siria.
Moscú y Washington han mantenido importantes diferencias sobre la crisis en Siria. Mientras que el Kremlin apoya a Damasco en su lucha aniterrorista, la Casa Blanca solo quiere el derrocamiento del presidente sirio, Bashar Al-Asad.