Este plan ha sido planteado después de los repetidos fracasos saudíes en sus ataques contra Yemen. En realidad, ahora los saudíes y estadounidenses conspiran nuevas tretas para derrotar a los yemeníes. Hasta ahora, los saudíes han matado a numerosos yemeníes, sobre todo, mujeres y niños, han destruido el 80 por ciento de las infraestructuras del país árabe y unas decenas de miles de ciudadanos yemeníes se han visto obligados a desplazarse, pero todavía este pueblo resiste y no se ha rendido ante su vecinos opresores.
La semana pasada, la revista francesa Inteligencia Online informó sobre un plan emiratí-saudí para la desintegración de Yemen y, al respecto, reveló el nuevo plan saudí para la adhesión de Adén y Hadramaut al Consejo de Cooperación del Golfo (CCG-integrado por países árabes ribereños del Golfo Pérsico). De acuerdo con esta revista francesa, los comandantes militares saudíes y emiratíes —acorde con este plan que ha sido diseñado en la ciudad marroquí de Tánger— aprobaron que Arabia Saudí tomara el control de las partes del norte de Yemen, cerca de las fronteras saudíes, y aceptaron también que los Emiratos Árabes Unidos tomara el control en las regiones orientales del país árabe. Con base en este plan, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos, juntos, tomarán el control de las regiones centrales de Yemen, particularmente, sobre toda la provincia petrolera de Marib.
Según los informes sobre Yemen, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos buscan ocupar tres ciudades yemeníes: Taiz, Adén y Marib. De hecho, la ocupación de estas tres ciudades se considera un preludio para invadir Saná, la capital, y para realizar este objetivo, los saudíes han preparado a más de 30 mil militares para atacar esta ciudad capitalina.
La semana pasada, Zahi Jalfan, el subjefe de la policía de la ciudad emiratí de Dubái, afirmó que las banderas de las provincias de Adén y Hadramoud ondearán en la sede del CCG y que los países miembros de este bloque se harán cargo del control de estas regiones hasta una nueva decisión sobre el norte de Yemen.
Desde hace unos tres meses, EAU y Arabia Saudí buscan la división de Yemen en dos regiones, del sur y del norte. Estos dos países han llevado a cabo duros ataques contra Adén, Marib y Taiz durante el último mes, pero no han alcanzado sus objetivos debido a la fuerte resistencia del Ejército yemení y el movimiento popular Ansarolá en estas ciudades.
El papel de Emiratos Árabes Unidos en la desintegración de Yemen
Los expertos creen que el pequeño Estado emiratí no es capaz de jugar un papel significativo en la guerra de Siria. Así que considera el ataque de coalición árabe contra Yemen una oportunidad buena para ganar credibilidad entre los países árabes como Arabia Saudí y Catar. Dichos expertos también afirman que EAU está tratando de dominar el puerto de Adén en Yemen, considerando la estrategia del mismo.
El Gobierno de EAU apoya a los grupos terroristas de Yemen, como Al-Qaeda en el sur, con el fin de invadir la ciudad de Adén y preparar la situación para el regreso de Abd al-Rahman Rabbuh al-Mansur al-Hadi, el presidente prófugo yemení. Las autoridades de Emiratos Árabes Unidos mandaron una parte grande de militares y equipamientos a Adén y lograron éxito al hacerse con el control de esta ciudad hace algunos días.
Arabia Saudí también busca desintegrar Yemen
Después de cinco meses de fracasos y sin lograr nada en la guerra de Yemen, Arabia Saudí ha sacado de la manga su “Plan B”: la desintegración de Yemen. Para realizar dicho plan y derrotar el Ejército yemení y los comités populares de este país, Riad cuenta con la ayuda de EAU ya que ha perdido esperanza y ha aceptado que no es capaz de retomar la posición de al-Hadi.
Durante las últimas décadas, los saudíes han jugado un papel eficaz en poner en el cargo presidencial en Yemen a personas de su preferencia, pero el pueblo yemení ya estaba harto de las intervenciones saudíes así que obligó a huir a Hadi, presidente fiel al régimen de Riad.
Por un lado, puede decirse que el plan de desintegrar Yemen había sido originalmente un plan estadounidense y sionista para debilitar los gobiernos islámicos de la región. Por otro, debido a los fracasos de Riad en alcanzar los objetivos deseados en la guerra, el Gobierno saudí acepta cualquier idea de carácter destructiva hacia el pueblo yemení y la integridad territorial de este país. Entonces la nación yemení debe defender otra vez de su país contra los nuevos complots de los enemigos.