Alwaght- El rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, viajó a Estados Unidos por primera vez desde su coronación en el pasado mes de enero. El monarca llegó el viernes 4 de este mes a Washington con el objetivo de reunirse con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca para abordar, entre otros temas, el caso de Irán, de Siria y de Yemen, así como los contratos armamentísticos entre ambos países. La visita del rey saudí recobra importancia para la Casa Blanca pues se produce mientras se acerca el plazo límite del Congreso de EEUU para evaluar y votar el acuerdo nuclear con Irán. Pues, por una parte, Riad serviría en el proceso de garantizar el acuerdo nuclear y, por otra, atenuar la oposición saudí sería una muestra de la creciente popularidad del acuerdo nuclear iraní.
Al parecer, Salman busca asegurarse de que Washington no vaya a retirarle a Riad su apoyo en las amplias y multilaterales colaboraciones que mantienen estos dos aliados estratégicos. En tales circunstancias, en las que el equilibrio regional está cambiando a favor de Irán, los saudíes pretenden que el país norteamericano les dé más garantías de su respaldo en el ámbito de seguridad. Asimismo, han acelerado el proceso de la compra de armamentos para poder convencer a Washington que aumente su apoyo a sus aliados regionales.
En este sentido, el ministro saudí de Asuntos Exteriores, Adel al-Yubeir, también desde Washington, indicó que “la monarquía saudí está satisfecha por las garantías dadas después de haber consultado durante los últimos dos meses con sus aliados- sobre el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés)”.
En una rueda de prensa mantenida luego de una reunión entre el presidente de EE.UU., Barack Obama, y el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, en Washington, Al-Yubeir dijo que Arabia Saudí está convencida de que este acuerdo contribuirá a mantener la seguridad y estabilidad en la región.
El jueves, Ben Rhodes, asesor adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, aseguró que la visita del rey saudí será una buena oportunidad para continuar con las conversaciones de Camp David. “(...) Y esperamos poder abordar temas de apoyo y cooperación con Arabia Saudí para que desarrolle su propia capacidad de respuesta en materia de defensa” ante lo que llamó “amenazas de la República Islámica”.
El funcionario reconoció que la Administración Obama comprende las preocupaciones de Arabia Saudí sobre el comportamiento de Irán en la zona, incluyendo los beneficios económicos que pueda obtener tras el levantamiento de las sanciones que contempla el acuerdo.
"Esta es una visita importante en un momento importante con muchos acontecimientos en la región, con intereses compartidos con Arabia Saudí y la reciente conclusión del acuerdo de Irán, el seguimiento de la cumbre de Camp David con Arabia Saudí y nuestros otros socios del Golfo", explicó Rhodes en conferencia de prensa.
La reunión en la Casa Blanca, que tuvo lugar pocos días después de que Obama se asegurara el suficiente apoyo en el Congreso para garantizar que el pacto iraní entre en vigor, representa el primer esfuerzo importante del Gobierno de EEUU para tranquilizar a sus importantes aliados del Golfo Pérsico a medida que el acuerdo entra en una nueva fase.
Esta ha sido la primera visita oficial a Washington del monarca saudí, de 81 años, desde que ascendiera al trono tras la muerte de su hermano, el rey Abdalá, en enero, y el primer encuentro entre ambos líderes desde entonces, cuando Obama viajó al país árabe.
Salmán bin Abdulaziz se ausentó de la cumbre de países árabes del Golfo Pérsico que el presidente estadounidense organizó hace unos meses en Camp David (EEUU); una ausencia que fue considerada por muchos expertos como símbolo de la renuencia del rey saudí a las conversaciones que por entonces estaban avanzando entre Teherán y las seis potencias mundiales.
Según los expertos, durante su visita a Washington, el rey saudí habría exigido más compromisos por parte de EEUU en las crisis de Siria y Yemen. Al parecer, ambas partes hablan de la crisis siria con una postura más moderada de tal manera que buscan una solución política a estos procesos, aunque el plan de Riad y Washington está muy lejos del propuesto por Irán y Rusia.
Yemen, fue otro asunto de gran envergadura abordado en la cita, después de que las correrías aéreas de Arabia Saudí contra Yemen se han convertido en una guerra de desgaste. Riad busca una participación más amplia de Washington en esta crisis que cada vez más se cobra la vida de los invasores de la coalición árabe, liderada por Al-Saud.
En relación a la crisis de Yemen, Salman ha tratado de finalizar una serie de contratos militares con el país norteamericano. Con fecha anterior, las autoridades estadounidenses habían ratificado el pacto de un acuerdo armamentístico de mil millón de dólares entre el Pentágono y Riad.
Entre 2010 y 2014, Estados Unidos ha vendido a Arabia Saudí armamento por valor de 90.000 millones de dólares, de acuerdo con la agencia estadounidense AP. Las compras de Riad incluyen mayormente misiles de precisión avanzada.
Hace poco y mientras continúa la ofensiva militar saudí contra Yemen, el Departamento de Defensa de EE.UU. autorizó a su mayor fabricante de armas que suministre a Arabia Saudí 355 misiles.
La mayor compañía de armas norteamericana, Raytheon, se propone entregar a Riad misiles de la serie AGM-154 aire-superficie, en cumplimiento a un contrato valorado en 180 millones de dólares, según un comunicado del Pentágono, citado este sábado por la agencia rusa Sputnik.
El AGM-154 es considerado un Sistema de Posicionamiento Global que se guía por infrarrojos y tiene la capacidad de retraerse.
La entrega de estos misiles supone un intento de EE.UU. para apoyar a su socio monárquico en su ofensiva a Yemen, iniciada el pasado 26 de marzo, con la luz verde de EE.UU. y sin el aval de las Naciones Unidas.
Arabia Saudí ha incrementado significativamente la compra de armas, lo que convertiría a este país árabe en el mayor importador global de armamento en el 2015 por segundo año consecutivo y, por supuesto, el mercado más importante de Estados Unidos.