Este sábado los cancilleres de Argentina y Brasil se reunieron con las autoridades colombianas y después viajaron a Venezuela donde se reunieron con el vicepresidente Jorge Arreaza y después viajaron a Jamaica para reunirse con el presidente venezolano Nicolás Maduro. Héctor Timerman y Mauro Vieira buscan una mediación en el caso para resolver el problema fronterizo.
Asimismo, los obispos de ambos países tras reunirse en la capital colombiana, Bogotá, exigieron una reunión urgente entre los presidentes de Colombia y Venezuela.
Los religiosos incluso se comprometieron a facilitar un acuerdo entre los presidentes Juan Manuel Santos y Nicolás Maduro.
El secretario general de la Organización de Estados Americanos, OEA, Luis Almagro, quien se encuentra en Colombia para verificar la situación de los refugiados pidió a los dos gobiernos vecinos dialogar para solucionar la crisis humanitaria que se registra en la frontera binacional y dijo que en la zona debe prevalecer la hermandad y la cooperación.
La reunión entre los presidentes todavía no se ha concretado. Pero parce que las primeras señales, las da el mandatario colombiano, pero bajo condiciones.
Por su parte, Maduro también expresó su disposición a una reunión bilateral para resolver el problema de forma política.
Venezuela abrió este viernes un corredor en la frontera y permitió el paso de los estudiantes, un gesto que podría facilitar un encuentro de los presidentes.
El paso de los estudiantes y los camiones que cargan los bienes de los colombianos deportados fueron dos de las condiciones de Santos para reunirse con Maduro.
Venezuela cerró el 21 de agosto la frontera con Colombia en el estado de Tachira, después de que paramilitares atacaran a soldados venezolanos e hirieran a tres de ellos.
El gobierno venezolano primero anunció que se cerraban los pasos en cinco departamentos por 72 horas para capturar a los presuntos paramilitares colombianos responsables de los ataques. Pero rápidamente las cosas se desplomaron. Se iniciaron las deportaciones y Caracas extendió el cierre de la frontera. El presidente colombiano Juan Manuel Santos intentó convocar de urgencia a la Unasur y a la OEA pero sin resultados por eso se decidió ir a la Corte Internacional de la Haya.
El problema de la frontera común de Venezuela y Colombia debe ser resuelto una vez para siembre, y eso necesita la voluntad de los dos gobiernos lo que se ve un poco débil en el gobierno de Santos
Desde hace más de un año Venezuela y la UNASUR denuncian el contrabando de los productos en la frontera, lo que ha afectado gravemente la economía venezolana. Las denuncias han sido desoídas por la parte colombiana.
En la economía mundial agobiante y el precio del petróleo en declive Venezuela ya no puede soportar más otro factor negativo en su economía, esta vez por parte del contrabando y los paramilitares.
En este esquema algunos bienes como el petróleo son miel para los que contrabandean en la frontera y se enriquecen ilegalmente.
Según varios economistas como el español Alfredo Serrano Mancilla, “desde Colombia se desarrolla un ataque cambiario y especulativo contra la moneda venezolana”.
El gobierno chavista anunció la semana pasada que más de 70 toneladas de los productos básicos de los venezolanos fueron decomisados en la frontera colombiana.
A pesar de que el contrabando y paramilitarismo afecta la economía, la seguridad del país también ha sido perturbada por estos dos delitos.
Las fuerzas de seguridad de Venezuela hallaron un cuerpo descuartizado y enterrado desde hace al menos dos meses en Llano de Jorge, localidad del estado Táchira.
el cuerpo fue encontrado en las inmediaciones de esta zona que colinda con el poblado Juan Frío en Colombia, controlada por paramilitares y donde operaba el italiano Salvatore Marcuso, implicado en miles de crímenes cometidos cuando estaba al mando de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), organización paramilitar de ultraderecha colombiana.
Hay que esperar para ver cuando el presidente colombiano siente la necesidad de sentar a la mesa de diálogo para proyectar un plan a fin de guardar y establecer la seguridad y paz en la frontera común con Venezuela.