Alwaght- Los conflictos en Oriente Medio ya llevan mucho tiempo y entre los combatientes se pueden ver a ciudadanos europeos. De hecho, entre 2000 y 5500 combatientes están luchando en esta región y, de esta cifra, un 18 por ciento son europeos.
Según las estadísticas, al menos 412 franceses, 366 británicos, 240 alemanes y 152 holandeses componen la mayoría de extranjeros que luchan en la región.
Sin embargo, estos países son los más afectados por el pensamiento extremista, en función a la población, por cada 1 millón de ciudadanos en Bélgica 27 están combatiendo en Oriente Medio; en Dinamarca (15), en Holanda (9), en Suecia (9) y en Noruega (8).
En este texto, se aborda los extranjeros en Oriente Medio, sus identidades y los objetivos de su participación en los conflictos de la región.
Las razones por las que algunos jóvenes musulmanes se unen a los grupos radicales
El extremismo tiene muchas raíces y diferentes causas. No se puede decir que la pobreza y la falta de educación siempre son las causas del extremismo, ya que hay muchas personas que, a pesar de tener buena situación económica y social, entran en los grupos extremistas. Por ejemplo, un adolescente belga, Juan Bontik, se convirtió al Islam y, a pesar de tener buena situación económica y social, decidió ir a Siria. Otro caso es el del joven británico de 25 años, Abu Anwar, que tenía una familia de clase media y vivía en una cómoda situación en el Reino Unido, pero decidió abandonar su país e ir a otro lugar para seguir sus creencias radicales. De acuerdo con un investigador noruego, la mayoría de estos jóvenes están desesperados y aislados en sus sociedades y por eso se unen a los grupos takfiríes y extremistas.
Además, según estudios europeos, una relación personal con un líder carismático de un grupo extremista, que puede convencer a los jóvenes musulmanes que su religión está amenazada por otras religiones y grupos, puede llamar la atención de estos jóvenes e inducir su ingreso a los grupos violentos y radicales.
¿Identidad, venganza, poder o todos estos motivos?
Hay diferentes razones por las que algunos jóvenes han viajado a otros países para luchar en filas terroristas. Uno de estas razones es encontrar su identidad. Es decir, algunos de ellos se trasladan a otros territorios para luchar, conocerse a sí mismos y encontrar su identidad.
De acuerdo con Raffaello Pantucci, un analista del Instituto Royal United Services Institute de Londres (RUSI), los combatientes europeos se unen a los grupos extremistas debido a la insatisfacción que sienten por la situación en su país y en busca de su identidad.
Algunos de estos jóvenes musulmanes se hacen miembros de los grupos extremistas para obtener poder porque los combatientes europeos pueden ocupar los puestos más altos en las bandas extremistas.
Además de dichos jóvenes, algunos europeos tienen objetivos legítimos para sus viajes, como visitar a sus familias o continuar su educación, sin embargo, en los países de destino los líderes extremistas les animan a unirse a sus grupos y justifican su participación en las luchas.
Otros europeos que se unen a los grupos extremistas son unas personas que quieren vengarse de los gobiernos occidentales por no prestar atención a los musulmanes.
Por ejemplo, Abu Seyf, un cocinero belga de 31 años, después de mirar un vídeo difundido en 'You Tube' en el que unas personas matan a unos niños, abandonó Bélgica para luchar contra EEUU y los musulmanes chiíes de Siria.
Los medios sociales tienen un gran poder en transmitir información. Los grupos extremistas, como la banda terrorista EIIL (Daesh, en árabe), utilizan estos medios para movilizar a sus fuerzas.
De acuerdo con lo expuesto, no se puede decir que los combatientes extranjeros se unen a los grupos extremistas tras ser obligados. En realidad, estos jóvenes educados participan voluntariamente en los conflictos y acciones violentas sin que antes hayan tenido alguna intención de hacerlos.
Estos jóvenes tienen diferentes motivaciones, como la venganza, la desesperación, la enemistad y etc., para unirse a los grupos terroristas.
De todo modo, es evidente que todos de estos jóvenes se adhieren voluntariamente a los grupos extremistas y son unidos en sus actuaciones. Y parece que las propagandas de los grupos terroristas a través de los medios sociales llaman la atención de estos jóvenes para que se suman a las luchas como los combatientes extranjeros y ocupar los puestos más altos.