El 16 de agosto dio inicio esta serie de hechos violentos, donde inicialmente se documentaron 40 personas muertas. Al día siguiente, el 17 de agosto, se registraron nuevos enfrentamientos donde se reportaron 42 personas fallecidas y finalmente el martes de 18 de agosto hubo 43 muertos en las mismas circunstancias.
El Salvador es considerado por las Naciones Unidas como uno de los países más peligrosos del planeta y esta ola de violencia, que arrojó 125 personas muertas en un periodo de 72 horas lo ratifican.
En este sentido, el presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, invitó a la juventud a liderar la participación democrática de su país y procurar la convivencia pacífica, en momentos en los que su Gobierno enfrenta planes desestabilizadores de grupos criminales apoyados por la oposición.
“No permitamos que vuelva el pasado y nos arrebaten las conquistas democráticas, políticas y sociales que hemos alcanzado”, pidió el presidente del país centroamericano.
Recientemente, El salvador experimentó varios días de boicot al transporte público, situación orquestada por grupos criminales conocidos como “maras” (pandilleros).
El Gobierno ha dicho que estos grupos tienen una conexión directa con el partido opositor ARENA, y lo que buscan es la desestabilización del gobierno elegido democráticamente.