Mientras que las fuerzas del Ejército y de Ansarolá, en virtud de un acuerdo yemení-yemení dieron inicio a la retirada de sus fuerzas de las regiones en sur de Yemen, con el fin de allanar el terreno para la continuación de las negociaciones entre los grupos yemeníes, el pacto alcanzado no recibió el beneplácito de los saudíes, quienes en vez de poner fin a sus atrocidades, han incrementado sus ofensivas contra el pueblo indefenso de Yemen. El pasado miércoles, decenas de yemeníes resultaron muertos o heridos como consecuencia de un bombardeo de cazas de la coalición árabe contra un restaurante y un centro comercial en el barrio Al-Zoha situado en Al-Hadida (oeste). Los restos de los muertos aún se encuentran bajo los escombros.
La agencia iraní de noticias IRNA, citando a Al-Mayadeen, escribió que los bombardeos efectuados por Riad contra un camión que portaba agua hacia la región de Al-Hadida acabaron con la vida de cuatro civiles. Asimismo, la estación televisiva de Al-Masirah informó que los invasores árabe-estadounidenses llevaron a cabo 19 ataques aéreos contra una base militar en la provincia de Mareb (este). Además, una de las regiones históricas y arqueológicas en la citada provincia fue blanco de los ataques de cazas saudíes. Estos aviones apuntaron, también contra las zonas residenciales de la provincia noroccidental de Hajjah.
Como consecuencia de estas atrocidades un civil perdió la vida y un gran número de los lugares públicos y centros de comercios fueron destruidos. Uno de los ciudadanos yemeníes, al denunciar la muerte de civiles en los ataques aéreos saudíes, adujo: “nosotros, seguiremos resistiendo ante los crímenes y atrocidades de Arabia Saudí”. Las fuentes yemeníes, también informaron sobre los ataques aéreos arremetidos contra un centro militar en el norte de la capitalina ciudad de Saná. Conforme a las declaraciones facilitadas por estas fuentes, el instituto aéreo de la base militar de Al-Deylami, en el norte de Saná, y un castillo histórico, en Wadi Malah, han sido objeto de los bombardeos saudíes. La intensificación de los ataques aéreos de Al Saud muestra que los saudíes no han aceptado el pacto firmado entre Ansarolá y el Movimiento del Sur de Yemen (Al Harak) ya que este acuerdo fue suscrito entre los grupos yemeníes-yemeníes y Riad no ha desempeñado papel alguno al respecto.
Riad sueña con devolver al poder al expresidente fugitivo yemení, Abu Rabu Mansur Hadi, pero los grupos armados en el sur de Yemen se oponen a hacer realidad este deseo, no obstante hay discrepancias sustanciales entre estos grupos y Al Saud, por tanto, es posible que los esfuerzos de Riad para devolver a Mansur Hadi a la ciudad sureña de Adén desemboquen en enfrentamientos entre estas bandas y los saudíes. Hasta el momento, Riad ha guardado silencio ante el pacto firmado entre los grupos yemeníes. El silencio de Arabia Saudí indica que Al Saud no sueña con tomar el control de la parte sureña de Yemen sino que tiene como meta tomar el dominio de todo el territorio yemení. Los ataques de Arabia Saudí y sus aliados a Saná es un signo claro de esta ambición.
Bombardeos del sur de Yemen
Un día después de que el líder de Ansarolá, Abdul-Malik al-Houthi dio la orden para ejecutar las operaciones estratégicas contra Arabia Saudí, los combatientes de este movimiento y el Ejército yemení lanzaron bombardeos contra la región saudí de Jizan, fronteriza con Yemen, y la provincia suroccidental de Nayran. Como consecuencia de dichos ataques, un gran número de los soldados saudíes resultaron muertos o heridos, pues la gravedad de situación llevó al Ejército saudí a pedir a los ciudadanos que acudan a los hospitales para donar sangre.
Según la agencia iraní Fars, diferentes medios de comunicación han publicado vídeos y fotos en los que se puede observar cómo los militares y las fuerzas de Ansarolá abren fuego contra los tanques y vehículos blindados saudíes en las fronteras que comparten Yemen con Arabia Saudí. Estas operaciones fueron productivas para los combatientes de Ansarolá y el Ejército yemení que consiguieron aumentar su dominio sobre más bases militares. A continuación, las fuerzas yemeníes entraron en algunas bases militares en las cercanías de Nayran y, por vez primera, Al-Masirah publicó imágenes en las que se podían ver a las fuerzas yemeníes detrás de las puertas principales de dicha provincia. Según Al-Akhbar, la presencia de los combatientes de Ansarolá y el Ejército yemení en las cercanías de Nayran envía un mensaje a Al Saud: Ansarolá ha puesto en marcha su estrategia.
El vacío del poder en el sur de Yemen
Con la salida de las fuerzas de Ansarolá desde el sur de Yemen y el vacío del poder en esta zona, los grupos terroristas para conseguir sus intereses, luchan unos contra otros, lo que ha provocado que algunas urbes están sumergidas en la inseguridad.
Según, la agencia de noticias iraní Al-Alam, el diario estadounidense The Washington Post, en un reportaje sobre los avatares en Yemen, escribió: “después de los últimos enfrentamientos en el sur de Yemen, se han iniciado tentativas para la secesión de esta región y dar un golpe de Estado a Mansur Hadi. Según este reportaje, los grupos opositores a Ansarolá, liderados por Arabia Saudí, se ven inmersos en enfrentamientos por discrepancias respecto al futuro de Yemen”.
Este rotativo, citando a Vahid Ali Salam, uno de los líderes de los milicianos en Adén, escribió: “la situación de la seguridad en Adén y algunas otras zonas en el sur de Yemen es muy frágil, hasta el punto que los yemeníes sufren de caos e inseguridad. Arabia Saudí y sus aliados intentan devolver a Mansur Hadi a Yemen mientras que algunos grupos se esfuerzan para separar el sur del norte del país, lo que ha generado conflicto de intereses entre Riad y las tribus en Yemen.