Alwaght- La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, denunció la campaña desestabilizadora de algunos partidos opositores como Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y los Demócratas (DEM) para convocar nuevas elecciones presidenciales.
En un acto oficial en el estado norteño de Roraima, la mandataria brasileña aseguró que nadie puede obligarle que retire de la presidencia, ya que fue electa por el voto del pueblo.
“Respeto la democracia de mi país. Sé lo que es vivir en una dictadura. La primera característica de quien honra el voto que le dieron es saber que es la fuente de su legitimidad, y nadie me la va a quitar”, afirmó Rousseff.
Asimismo lamentó la existencia de sectores que se limiten a criticar e impedir que se trabaje para el bienestar común de todo el pueblo.
Sin embargo, aceptó que hay muchos trabajos para hacer y que la economía del país no se encuentra en buena condición.
“Sé que hay brasileños afectados por la adversa situación económica, pero prometo trabajar para vencer los obstáculos y asegurar la tranquilidad política”, reconoció la mandataria del país de la economía más grande de América Latina.
El jueves, el PSDB y el DEM pidieron elecciones anticipadas para sustituir a la presidenta, considerando que “solo a través del voto” se podrá crear un ambiente para salir de la crisis del país.