El pasado domingo, el diario estadounidense The Wall Street Journal informó que el presidente de EE.UU., Barack Obama, autorizó el uso de la fuerza aérea para defender a la llamada ‘oposición moderada siria’ ante los posibles ataques de elementos de Daesh o las fuerzas del Ejército sirio en el territorio del país árabe.
Según el periódico, la reciente iniciativa de Obama que incrementa la posibilidad del estallido de un conflicto directo entre EE.UU. y Siria, ha sido adoptada después de un mes de debates entre los funcionarios estadounidenses sobre el rol que los militares de este país norteamericano deberían jugar en apoyo de sus aliados en territorio sirio.
El pasado lunes, la agencia británica de noticias Reuters, citando a autoridades estadounidenses, afirmó que la misión de las fuerzas norteamericanas en Siria tiene como fin lanzar agresivas ofensivas contra el grupo terrorista Daesh pero no descartaron la posibilidad de que sus ataques estén dirigidos contra las fuerzas de seguridad sirias para proteger a los que llaman ‘rebeldes moderados’.
Washington enfatiza su apoyo a la oposición siria mientras que las principales bandas terroristas en el norte de Siria tienen una naturaleza takfirí y extremista.
De acuerdo con recientes declaraciones de las autoridades de la Casa Blanca, actualmente existen problemas para reclutar a personas que se adhieran a la llamada oposición moderada siria, e incluso, algunas de las fuerzas entrenadas por el Ejército estadounidense, nada más entrar en el territorio sirio, han sido detenidas por los terroristas del Frente Al-Nusra. La mencionada decisión de Obama fue revelada después de que las autoridades de Ankara y Washington, el pasado 23 de julio, llegaran a un acuerdo, según el cual, ambos países crearán una zona de exclusión aérea en la parte norteña de Siria.
Para los analistas internacionales, el acuerdo firmado entre Turquía y EEUU, tiene un carácter ambiguo. Los expertos hacen referencia a los acontecimientos acaecidos en Libia y creen que los objetivos de este pacto pueden ir más allá de combatir a los integrantes de Daesh, y el Gobierno de Damasco puede ser blanco de los complots urdidos por Washington-Ankara.
Hace unos años, durante el levantamiento contra el exdictador libio Muamar Gadafi (2011), las autoridades europeas y estadounidenses aprobaron en el Consejo de la Seguridad de Naciones Unidas (CSNU) una resolución para apoyar a los civiles en Libia, empero, los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) utilizaron esta resolución para atacar a las fuerzas del régimen de Gadafi, hecho que provocó el descontento del Gobierno de Moscú.
A pesar de que las autoridades de Washington alegan que su apoyo a la oposición siria es una medida en la lucha contra Daesh, el diario The Wall Street Journal, citando a autoridades estadounidenses, reiteró que las nuevas normas se refieren a las fuerzas entrenadas por el Pentágono que están desplegadas en el norte de Siria y no en el sur del país árabe.
Reacción de Rusia
La iniciativa de Ankara y Washington para crear una zona de exclusión aérea en el norte de Siria ha recibido las enérgicas críticas del Gobierno de Rusia que considera el plan estadounidense-turco un obstáculo para la lucha antiterrorista de Damasco.
“Moscú ha repetido muchas veces que ayudar a la oposición siria, tanto económica como militarmente, supondría una mayor desestabilización del país”, recalcó el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.
A pesar de todos los avatares militares surgidos durante los últimos días respecto a Siria, han aumentado las actividades diplomáticas para resolver la crisis del país árabe. El lunes, los jefes de la Diplomacia de EEUU, Rusia y Arabia Saudí se entrevistaron, por vez primera, para abordar la crisis que atraviesa el país árabe hace más de cuatro años.
Con fecha anterior, el canciller de Rusia se reunió en Doha, capital de Catar, con el exlíder de la oposición siria Moaz al-Khatib. Asimismo, el pasado viernes, el jefe del Servicio de la Seguridad Nacional sirio, el general Ali Mamluk, tuvo un encuentro con el príncipe saudí Mohamad Bin Salman, en Riad, capital de Arabia Saudí, donde abordaron temas sobre la crisis siria.
En esta misma línea, el canciller sirio, Walid al-Moalem, llegó el martes a Teherán, capital de Irán, con el fin de tratar los últimos acontecimientos a nivel nacional y regional con las autoridades del país persa.
Según ha reportado últimamente el diario Al-Watan, citando a los diplomáticos sirios, la Cancillería de Siria está dispuesta a realizar actividades encaminadas a la apertura de la política de algunos países árabes y Occidentales para encontrar una vía política que zanje la crisis en el país árabe.
A finales de la semana pasada, el vicecanciller iraní para Asuntos Árabes y Africanos, Husein Amir Abdolahian, reiteró que “oportunamente, hoy día después de cuatro años se puede ver un cambio estratégica en la actitud de los actores regionales respecto a la crisis que aqueja a Siria. Si, hace cuatro años, algunos de los países de la región creían en una intervención militar era una solución para solventar esta crisis, hoy en día, todas las partes (implicadas en el conflicto) saben bien que la crisis que atraviesa Siria tiene una solución política”.
En una entrevista concedida al diario libanés Al-Akhbar, Abdolahian hizo referencia a la reunión que mantuvo con el enviado especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Siria, Staffan de Mistura, y dijo: “hemos mantenido buenas conversaciones con el señor de Mistura, él posee una serie de ideas respecto a la crisis que vive Siria que las presentará en el CSNU. Nuestras opiniones (respecto a la crisis de Siria) habían sido dirigido claramente al representante Ban Ki-moon (el secretario general de la ONU)”.
Asimismo, informó de la celebración de una reunión a nivel de cancilleres en Doha, en la que participó el jefe de Diplomacia de Rusia.
En otra parte de sus declaraciones además de expresar su optimismo respecto al futuro de la crisis que atraviesa Siria desde 2011, recalcó que “actualmente, el plan de cuatro puntos de la República Islámica de Irán propuesto por el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, es uno de los programas serios y efectivos que está en la agenda de la ONU”.
Igualmente hizo alusión al plan político presentado por Rusia para finiquitar la crisis siria y señaló que “en efecto, este plan es un punto común entre el plan de Teherán y el programa de Moscú. Quiero aseverar que Irán sigue apoyando a sus aliados en la región”.
Durante sus declaraciones, también, hizo referencia al viaje del vicecanciller de Rusia y el ministro de Asuntos Exteriores de Siria a Irán.