La delegación integrada por demócratas y republicanos celebraron una ruda de prensa después de visita de cuatros días, en la que se reunieron con varias autoridades cubanas.
"Veo un nuevo cambio, muy positivo en Cuba. Obviamente aún hay diferencias, pero espero que Estados Unidos pueda tener una embajada aquí. Tenemos que abrir una embajada, una embajada plena", dijo el jefe de la delegación, el senador Patrick Leahy.
Los senadores reconocieron que hay oposición en el Congreso de Estados Unidos a la normalización de lazos, pero dijeron que era una postura minoritaria y que harán esfuerzos por conseguir el apoyo de sus colegas.
Estados Unidos y Cuba han sostenido desde enero varias reuniones de alto nivel para el restablecimiento de relaciones diplomáticas y reapertura de las embajadas, lo que se espera que ocurra en julio.
EEUU presiona a Cuba para que la isla caribeña le permita abrir una embajada en La Habana y considera esta apertura como un paso importante en restablecer las relaciones.
Sin embargo, Cuba pasa paulatina y caudalosamente en este camino ya que sospecha que la sede diplomática estadunidense se utilice como un centro para patrocinar a los opositores.
El presidente cubana, Raúl Castro, declaró hace dos meses que una embajada no es escuela que EEUU tiene tanta prisa para abrirla. También expresó su preocupación sobre las actividades de los funcionarios de la próxima embajada estadounidense en Cuba.