Alwaght- Las operaciones militares de Turquía en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, controlada por los kurdos, ha entrado este lunes en su décimo día.
Durante estas operaciones las fuerzas turcas han matado a 597 miembros de las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) en Afrin.
De acuerdo con las fuentes militares turcas, en estas operaciones la Fuerza Aérea turca también ha destruido trincheras, refugios y depósitos de armas del Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo), YPG y Daesh.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, aseguró el domingo que “limpiará” toda su frontera con Siria de “los terroristas”, tras las presiones de Estados Unidos para cesar la ofensiva contra las fuerzas kurdas en Afrin.
Sin embargo, el Gobierno sirio ha denunciado la operación como una violación de la soberanía de Siria. A su vez, Rusia ha pedido a todas las partes involucradas que actúen con moderación y respeten la integridad territorial de Siria.
Turquía inició el pasado 20 de enero la operación terrestre “Rama de Olivo” contra las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), apoyadas por Estados Unidos, en la ciudad de Afrin, en la cual han participado 6400 militares turcos.
Esto ocurrió después de que Turquía se enfureciera por el plan anunciado por la coalición estadounidense y por el fuerte apoyo de Estados Unidos a las fuerzas de YPG en Siria, a las que Ankara considera terroristas.
Estados Unidos ha enviado armas en reiteradas ocasiones a las fuerzas kurdas bajo el alegato de combatir al grupo terrorista Daesh; mientras tanto, sus planes buscan frenar el avance de las fuerzas sirias hacia las posiciones de este grupo takfirí y sólo intenta alcanzar sus intereses.
Los funcionarios turcos han declarado que Washington apoya a los kurdos y sus ambiciones independentistas con el fin de tramar otro régimen de Israel en Siria, lo que se considera como una amenaza seria para la integridad territorial de Turquía.