Alwaght- La operación militar turca iniciada desde el sábado en la ciudad de Afrin, en el norte de Siria, controlada por los kurdos, podría ser un desastre para Estados Unidos.
Así lo indicó el periódico británico The Guardian, aseverando que la preocupación turca por los kurdos sirios en sus fronteras podría llevar al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a llegar a un acuerdo con Damasco y Moscú.
“Eso representaría un desastre para Estados Unidos”, reafirmó el diario y agregó que esto se produjo solo una semana después de que el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, informara de una solución política en Siria ofrecida por la administración de Donald Trump, la cual implicaba la eliminación definitiva del presidente sirio, Bashar al-Asad y las fuerzas dirigidas por Irán.
Estados Unidos, el Reino Unido y Francia han criticado duramente la invasión turca del norte de Siria pero el Occidente no puede permitirse perder el papel de Ankara como una fuerza compensadora de “la paz impuesta por Rusia”.
Los diplomáticos occidentales han dicho que hay algunas opciones sobre la mesa como: la amenaza de retener fondos de reconstrucción de la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, la promesa de mantener 2000 soldados estadounidenses dentro de Siria indefinidamente y un compromiso ligeramente confuso para ayudar a los kurdos a formar una fuerza fronteriza en el norte de Siria.
Sin embrago, los diplomáticos han advertido que el valor de todas estas opciones es inconmensurablemente disminuido si carecen del apoyo de Turquía, el partidario a largo plazo de la oposición siria en “la guerra civil” de siete años.
Turquía inició el pasado 20 de enero la operación terrestre “Rama de Olivo” contra las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo), apoyadas por Estados Unidos, en la ciudad de Afrin, en la cual han participado 6400 militares turcos.
Esto ocurrió después de que Turquía se enfureciera por el plan anunciado por la coalición estadounidense y por el fuerte apoyo de Estados Unidos a las fuerzas de YPG en Siria, a las que Ankara considera terroristas.
Estados Unidos ha enviado armas en reiteradas ocasiones a las fuerzas kurdas bajo el alegato de combatir al grupo terrorista Daesh; mientras tanto, sus planes buscan frenar el avance de las fuerzas sirias hacia las posiciones de este grupo takfirí y sólo intenta alcanzar sus intereses.
Los funcionarios turcos han declarado que Washington apoya a los kurdos y sus ambiciones independentistas con el fin de tramar otro régimen de Israel en Siria, lo que se considera como una amenaza seria para la integridad territorial de Turquía.