Hay legionarios a quienes el ceñido uniforme del cuerpo les queda demasiado apretado.
Estos soldados marcan una prominente barriga y lucen michelín en los desfiles, por lo que el mando de la fuerza de infantería ha decidido tomar cartas sobre el asunto e implantar un plan de choque para combatir el sobrepeso y la obesidad entre sus miembros. La Brigada de la Legión (Brileg) va a ponerse a en forma. Y lo hará a través del Plan IMC (que hace referencia al Índice de Masa Corporal, un cálculo para medir la existencia de sobrepeso), que abarca medidas de tipo psicológico, físico, sanitario y también medidas disuasorias para los que no cumplan con los objetivos marcados, según publica el diario 'El País'.
Fuentes del Ejército de Tierra han confirmado a EL MUNDO que el programa ya se ha iniciado con una evaluación del estado de forma de sus subordinados. Lo primero que ha ratificado este análisis es que "un 6% de los más de 3.000 efectivos de la Brigada de la Legión tienen un IMC superior a 30", lo que se considera obesidad (a partir de un IMC superior a 25 se establece que hay sobrepeso). De ellos, un 2% tiene un IMC superior a 35, equivalente a obesidad severa. Todos ellos deberán someterse a un plan de seguimiento que incluye pruebas médicas periódicas (analíticas, prueba de esfuerzo), además de un programa de ejercicio y un régimen de alimentación. Además se establecerá un programa de seguimiento en función de su evoluciónEl objetivo del programa, que ha sido pionero, no es sólo velar por el bienestar y las condiciones físicas de los subordinados, tal y como mandan las ordenanzas que rigen el funcionamiento del cuerpo, sino "reaccionar con prontitud ante condiciones que podrían afectar en el futuro a a operatividad de la unidad". Aunque el plan está recogido en un documento de más de 150 páginas que no se ha hecho público, las pautas de alimentación que han trascendido comprenden un primer desayuno, al levantarse, compuesto de yogur y fruta que se completa a media mañana con infusión o café, tostada y fruta. Para el almuerzo se recomienda una ensalada y un plato (si se opta por un primero y segundo que no estén llenos) y un postre a base de yogur o fruta. Para beber, sólo agua. Se indica una infusión, leche, Actimel, fruta o una barrita para la merienda; y, para la cena, se indica que no debe tomarse justo antes de acostarse y debe estar compuesta por verdura hervida o ensalada más algo a la plancha. Como indicaciones generales se recomienda hacer cinco comidas al día, que el consumo de alcohol (cerveza) no sea diario, sino esporádico, beber de 1,25 a 2 litros de agua al día, evitar los alimentos muy procesados (salchichas, croquetas, bollería); comer despacio y, entre otras cosas, no comer mientras se ve la televisión. Para el entrenamiento, se indica una fase genérica de 12 semanas como preparación. Después, una fase de acondicionamiento para aumentar la fuerza y la resistencia (otras 12 semanas); una fase específica del mismo tiempo para alcanzar el mayor estado de forma física y una fase de mantenimiento final.
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