La crisis de las drogas y los opiáceos es uno de los factores principales
La esperanza de vida descendió en Estados Unidos en 2016 por segundo año consecutivo -toda una rareza en un país desarrollado, más aun en el más rico del mundo-, debido a la epidemia de las drogas y los opiáceos. El último informe del Centro de Control y Prevención de Enfermedades señala que la tasa de mortalidad por consumo de estupefacientes aumentó en más de un 20% ese año. La crisis por opiáceos ya ha sido declarada emergencia sanitaria nacional. Para encontrar otros dos años seguidos de caída de la esperanza de vida en EE UU hay que retroceder a 1962 y 1963, cuando hubo una epidemia de gripe.
Quienes nacieron el año pasado vivirán hasta los 78,6 años, un descenso del 0,1 con respecto al 2015. El cambio más notable entre las causas son las muertes por sobredosis. En 2016 cerca de 64.000 estadounidenses perdieron la vida por excesivo consumo de opiáceos como el fentanilo o de drogas como la heroína, según el informe, presentado el jueves. El número supera a los americanos muertos en la Guerra de Vietnam. En 2015 fueron en torno a 52.000 quienes fallecieron por la misma causa.
A finales de octubre, las desoladoras cifras llevaron al presidente, Donald Trump, a declarar una emergencia sanitaria pública para frenar uno de los problemas sociales más devastadores del país. "Esto es como un 11-S cada tres semanas", resumió hace meses un asesor del presidente. El mayor número de casos se concentra en las personas de entre 25 y 54 años —y más en los hombres que en las mujeres— con lo que la lacra también está mermando la población activa de EE UU.
Las drogas alzaron al tercer puesto de causas de muerte la categoría de “daños no intencionados”, que incluye además del consumo de estupefacientes otras razones como los accidentes de tráfico. La primera y segunda causa de mortalidad son enfermedades de corazón o cáncer. El resto de la lista se mantuvo igual con respecto al año anterior.
“La clave es el aumento es las muertes por sobredosis de droga”, afirmó Bob Anderson, uno de los analistas del Centro Nacional de Estadísticas de Salud. “Esto no se ve en otros países desarrollados. La esperanza de vida está aumentando”, anotó el experto, que predijo que en base a los datos preliminares sobre 2017 se podría consolidar la tendencia descendiente. "Podría ser aún peor".
Más allá de los últimos dos años, el consumo de droga lleva en aumento exponencial desde 2010, aproximadamente. En octubre la DEA anunció que las muertes por sobredosis de heroína se habían cuadriplicado en cinco años, alcanzando cerca de 13.000 víctimas fatales en 2016.
Sin embargo, las medidas de Trump no liberan los recursos del fondo federal habilitado para desastres naturales como los huracanes y se centran más en la provisión de medicamentos u otras soluciones para mitigar la adicción. Los críticos consideran que esto no es suficiente para mitigar la lacra. Soluciones como la medicación asistida y las inyecciones para evitar la ansiedad por consumir son fundamentales para limitar la adicción, pero suponen una cura final al problema.
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