Las máquinas son reabastecidas por voluntarios y se puede acceder a ellas con una tarjeta otorgada por la ONG.
La oenegé británica, Action Hunger, instaló en Nottingham (centro de Inglaterra) una máquina expendedora de productos de primera necesidad para los sin techo, una iniciativa presentada como una primicia mundial y que quiere extender a otras ciudades.
La máquina "da acceso a comida, ropa y productos esenciales, a cualquier hora del día y de manera completamente gratuita", explica la oenegé en un comunicado.
Únicamente las personas sin hogar pueden acceder a estos productos gracias a una tarjeta electrónica que se les otorga. Action Hunger colabora con asociaciones locales, como The Friary en Nottingham, que administra un centro de acogida, para localizar a las personas sin hogar y entregarles la tarjeta.
"No queremos remplazar el increíble trabajo realizado por las asociaciones ya que el compromiso de los profesionales es indispensable para sacar a estos hombres y mujeres de la calle", precisa la oenegé. "Nuestro objetivo es hacer que el acceso [a productos vitales] sea permanente".
Para recuperar los productos de la máquina, especialmente fruta, agua, sándwiches, jabón o calcetines, Action Hunger acudió a organizaciones comprometidas con la reducción del desperdicio alimentario, como la cadena de supermercados Tesco o el banco de alimentos FareShare.
Los titulares de una tarjeta pueden sacar hasta tres productos al día, un límite fijado "para evitar crear una situación de dependencia", precisa la oenegé. Las máquinas son reabastecidas por voluntarios.
Tras esta primera implementación, Action Hunger quiere ahora instalar sus máquinas en otras ciudades de Inglaterra, pero también "en París, Nueva York o San Francisco".
La iniciativa llega en un momento en el que un informe parlamentario publicado el miércoles considera la situación de las personas sin hogar como una "crisis nacional", y critica el "inmenso fracaso" del gobierno en la cuestión.
Según este informe, más de 9.100 personas durmieron de manera constante en la calle en 2016 en Inglaterra, a lo que se suma cerca de 80.000 familias, entre ellas 120.000 niños, sin vivienda y acogidos en estructuras temporales.
Frente al crecimiento inquietante de estas cifras, el parlamento votó una ley en 2017 para aumentar los recursos asignados a las municipalidades para mejorar la atención a las personas sin hogar.
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