El mandatario llegó el sábado a Johannesburgo para participar en una cumbre de la Unión Africana (UA), pese a la orden de detención emitida por la Corte y a que Sudáfrica es país firmante de su tratado.
La CPI, que hoy ha instado al Ejecutivo sudafricano a proceder a su detención, emitió una orden de arresto contra el presidente sudanés en 2009, por acusaciones de genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad en la región de Darfur, en el oeste de Sudán, desde 2003.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el conflicto de Darfur se cobró la vida de más de 300.000 personas y causó el desplazamiento de otras 2,5 millones.
La CPI no dispone de fuerzas policiales y depende de los estados miembros para detener a sospechosos.
Al-Bashir tomó el poder mediante un golpe de Estado en 1989 y ha ganado desde entonces tres elecciones. En las últimas elecciones del pasado abril, el presidente sudanés de 71 años de edad fue reelegido con el 94 por ciento de los votos, que fue boicoteada por los principales partidos de la oposición.