Alwaght- El expresidente de Yemen, Ali Abdolá Saleh, pidió la mediación de Irán y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) para resolver las discrepancias con el movimiento popular yemení Ansarolá.
De acuerdo con las fuentes estatales, el partido de Saleh ha anunciado que acogerá cualquier medida que solucione estas discrepancias y aseveró que las recientes declaraciones de Saleh fueron malinterpretados.
Según las fuentes estatales, Arabia Saudí busca aprovecharse de estas discrepancias para cristalizar sus objetivos que no pudo alcanzar durante sus agresiones de más de dos años en Yemen.
En este contexto, la cadena británica BBC informó que la vida de Saleh no es más que la formación de coaliciones y luego intentar hacer un golpe de Estado contra la misma coalición.
Tras tres años de alianza con las fuerzas de Ansarolá, Saleh decidió mantener relaciones con Arabia saudí, según BBC.
Ansarolá ha expresado su preocupación por las recientes declaraciones de Saleh, quien calificó este movimiento de “ilegal”.
Saleh asimismo expresó su disposición a mantener conversaciones con Arabia Saudí y sus estados vecinos.
En reacción a las declaraciones de Saleh, Ansarolá calificó a las fuerzas leales a Saleh de “milicias criminales” y agregó que su movimiento para crear caos en Saná no tiene precedentes y no tiene ninguna justificación legal.
Desde el miércoles, los enfrentamientos armados provocados por las fuerzas leales a Saleh han continuado con las fuerzas de Ansarolá que están en la vanguardia de una guerra de represalia contra la coalición saudí.
Los partidarios de Saleh acusan a los combatientes de Ansarolá de saquear sus bases en Saná y más allá, una acusación que el líder de Ansarolá, Abdulmalik al-Houthi, negó rotundamente.