Alwaght- El Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, mediante un comunicado emitido el 6 de junio de 2015 anunció que los diálogos de paz entre las partes involucradas en la crisis de Yemen se celebrarían el día 14 de los corrientes en Ginebra. En esta misma línea, la portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Marie Harf, sostuvo que Washington apoyará los intentos para reanudar el proceso de las conversaciones diplomáticas yemeníes, bajo el liderazgo de las Naciones Unidas, e instó a todas las partes a participar en el evento. El vocero de Ansarolá, a su vez, informó que el movimiento yemení saluda la invitación del máximo representante de la ONU para asistir a dicha reunión, sin ninguna precondición.
Según el comunicado de la ONU, el objetivo de las conversaciones de Ginebra sería los asuntos humanitarios, pero al parecer, la meta de los diálogos será el fracaso de los ataques militares saudíes a Yemen. La monarquía saudí había prometido a sus aliados occidentales y árabes que terminaría sus planes militares en Yemen dentro de pocos días, no obstante, después de tres meses de ataques continuos, no solo no ha cumplido con su promesa, sino que ha provocado ataques de represalia por parte de las fuerzas yemeníes de modo que estas tropas han avanzado decenas de kilómetros en el territorio saudí y han obtenido gran cantidad de botines de guerra, entre ellos tanques y coches blindados, en algunas bases militares árabes. La celebración de los diálogos de paz de Ginebra podría prevenir más daños y preparar el terreno necesario para la retirada de Arabia Saudí del pantano yemení.
Teniendo en cuenta esta situación, Arabia Saudí se ve obligada a elegir uno de los dos caminos enfrentados:
La continuación de los ataques militares fracasados hasta alcanzar la victoria:
1) Continuar los ataques contra Yemen hasta llegar a un triunfo militar:
Los saudíes no podrán lograr sus objetivos mediante vías militares porque hasta ahora solamente han atacado por aire a Yemen y no han podido realizar operaciones terrestres en ese país árabe. Es decir, los ataques aéreos no muestran el triunfo de Arabia Saudí en la guerra contra Yemen. Ansarolá hasta ahora no ha usado todas sus capacidades militares durante los últimos meses porque estaba luchando con los terroristas de Al-Qaeda y las fuerzas leales al expresidente fugitivo de Yemen, Abdu Rabu Mansur Hadi. Entonces, se puede decir que si Al Saud ataca por tierra a Yemen, obviamente fracasará ante el movimiento popular Ansarolá.
2) Aceptar solucionar la crisis yemení a través de la vía política
De hecho, Arabia Saudí no quiere que se inicien las conversaciones de paz en Ginebra mientras que no tenga superioridad política. Por eso, está intentando aumentar su poder ante Ansarolá intensificando sus operaciones militares.
El portavoz militar saudí, el general de brigada, Ahmad al-Asiri, confesó el fracaso de los saudíes ante los yemeníes, y reconoció que Ansarolá y el ejército yemení intentan ser la parte poderosa en los próximos diálogos de paz en Ginebra mediante el lanzamiento de sus misiles Scud contra el territorio saudí y manteniendo sus logros. Otro punto es que la celebración de estos diálogos de paz en “Ginebra” muestra la debilidad y el fracaso de Arabia Saudí porque, anteriormente, los saudíes habían insistido en que se celebrasen estas conversaciones en Riad, pero nunca se llevaron a cabo. Además, un “diálogo yemení-yemení”, que fue una de las demandas de Ansarolá, se considera otro triunfo para este movimiento popular, ya que los saudíes intentaron dirigir las conversaciones y participar independientemente en estos diálogos.
Está claro que la crisis de Yemen necesita una solución política y en la situación dramática en la que se encuentra el pueblo yemení se debe anunciar un alto al fuego humanitario. Cabe mencionar que no se puede garantizar que las dos partes de la crisis de Yemen lleguen a un acuerdo total en Ginebra debido a la continuación de los ataques militares de Al Saud contra Yemen y las intervenciones de Arabia Saudí en los asuntos internos de ese país. Pero, es probable que se establezca un alto el fuego humanitario en vísperas de Ramadán.
Si los acuerdos previos entre los yemeníes son las bases de las próximas negociaciones de paz en Ginebra, la crisis del país árabe se solucionará políticamente. Sin embargo, no podemos ignorar los crímenes y agresiones de Arabia Saudí en Yemen. En realidad, los crímenes de Al Saud son similares a los del régimen sionista en la Franja de Gaza y nadie los olvida con el paso de tiempo. A diferencia de Palestina, Yemen tiene un estado independiente y es miembro de la ONU y otras organizaciones regionales e internacionales. Por lo tanto, los yemeníes fácilmente pueden denunciar los crímenes de guerra cometidos por Arabia Saudí contra su país ante la comunidad internacional.