Hay 45 edificios totalmente colapsados y en seis de ellos se cree que hay personas atrapadas
Millones de mexicanos habían participado temprano en el Distrito Federal en un simulacro para recordar el terremoto que en 1985 causó cerca de 10.000 muertes. Eran ajenos a que el destino dos horas después les obligaría a revivir la tragedia. A las 13:14 horas -siete horas más en España- la tierra comenzó a temblar por acción de un terremoto de 7,1 grados en la escala Richter. De inmediato cayeron edificios, muros, hasta los mármoles de la sólida sede del Senado. El pánico se extendió de inmediato, sobre todo cuando bajo los escombros se comenzaron a escuchar gritos.
Inicialmente, las autoridades no quisieron anunciar bajas personales, aunque sí anticiparon daños materiales muy cuantiosos en centenares de inmuebles. Sin embargo, pudieron ocultar durante poco tiempo la existencia de numerosas víctimas mortales.
En este momento, la cifra de muertos a causa del terremoto asciende a 216, según ha informado hoy en secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio. En una entrevista a Televisa, Osorio ha precisado que hay 117 víctimas mortales en Ciudad de México, 39 en el estado de Puebla, 55 en Morelos, 12 en el estado de México y otro en Guerrero. Además hay 45 edificios totalmente colapsados, y en seis de ellos se cree que hay personas atrapadas.
Las escuelas cerraron y el aeropuerto de la Ciudad de México suspendió sus operaciones por daños en las pistas de aterrizaje a consecuencia del movimiento telúrico que se localizó a siete kilómetros de Chiatla de Tapia, en el estado de Puebla, a 137 kilómetros de distancia de la capital y a unos 51 de profundidad.
En una de las escuelas han muerto al menos 20 niños y dos adultos, y otras 38 personas continúan desaparecidas, al sur de Ciudad de México, según ha informado el presidente Enrique Peña Nieto.
Los equipos de emergencia se han esforzado por rescatar a personas atrapadas en los 27 edificios derrumbados solo en la capital mexicana, en medio de un caos circulatorio que dificultaba el paso de ambulancias, mientras la gente permanecía en las calles y buscaba zonas abiertas ante el temor a que se produjeran nuevos temblores.
El presidente, Enrique Peña Nieto, sobrevoló en helicóptero la ciudadpara verificar desde el aire los daños del terremoto, que vivió también en el aire, durante un viaje en avión a Oaxaca. Grabaciones tomadas por él mismo desde el aire mostraron una gran nube de polvo. Desde Twitter informó que había convocado al Comité Nacional de Emergencias para evaluar la situación y coordinar acciones. Por su parte, el ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, escribió en la red social: «Les suplicamos salir de sus edificios, seguir indicaciones de protección civil».
Según los expertos, el movimiento telúrico se produjo por el rozamiento de dos placas, aunque fue de intensidad más baja que la del pasado día 7, que dejó un centenar de muertos en Oaxaca y Chiapas.
Todos los barrios afectados
Con el nuevo seísmo prácticamente no quedó un barrio de Ciudad de México libre de los derrumbes. El área de Cuauthemoc, conocida porque ahí se encuentra la conocida ‘Zona Rosa’, en pleno centro y de gran actividad comercial, es de los más afectados.
Ricardo Monreal, alcalde de ese barrio, pidió declarar el estado de emergencia y acordonar la zona, así como facilitar el paso a los servicios de rescate. El funcionario detalló al menos una veintena de derrumbes, entre ellos emblemáticos edificios Art Decó y grandes almacenes.
También barrios como La Roma, Condesa y Del Valle resultaron severamente afectados. Edificaciones como la imponente catedral, la mayor de América Latina, acusaron una sacudida que recordó a la que la capital federal sufrió hace 32 años. Tras aquella terrible experiencia se adoptaron medidas preventivas en la construcción de los nuevos edificios, que, al parecer, han resultado fallidas.
Los primeros en empezar a retirar cascotes de los edificios colapsados fueron los propios vecinos ante la tardanza de los equipos de rescate en una ciudad donde viven alrededor de trece millones de personas, pero por la que a diario se mueven 24 millones.
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