La incidencia del cambio climático cada vez provoca una mayor alteración del régimen de lluvias, con una mayor duración de los meses de estiaje.
En España queda patente esta situación, con un descenso progresivo de las reservas de los embalses y con un verano muy cálido y con ausencia de lluvias, que ya está provocando restricciones en algunas zonas de Galicia. Ante esta situación, se deben buscar alternativas para garantizar las demandas.
En países con ausencia de lluvias se ha buscado una curiosa solución: cazar el agua de la niebla. En el suroeste de Marruecos, en una zona montañosa, se ha llevado a cabo una prueba piloto que ha consistido en la instalación de una fina malla a 1.200 metros de altura que recoge las gotas de agua que se encuentran en la niebla que llega del mar a través del viento y que por gravedad se desplazan hasta la base de la red para almacenar el recurso. Después, el agua pasa por un tratamiento para garantizar su salubridad y es transportada por una conducción de unos ocho kilómetros para llegar a las zonas habitadas.
Aunque es una medida todavía incipiente, se espera que pueda abastecer a unas 500 personas de cinco pueblos que no disponen de recursos hídricos. Según informó la BBC de esta iniciativa, de este modo se evita a recurrir a los camiones cisterna y también se lucha contra el abandono de varias zonas.
Abel Cruz, el cazador de nieblas
En Lima, Perú, encontramos al emprendedor Abel Cruz, que ha instalado unas sesenta redes para poder recoger el agua contenida en la niebla en una zona con escasa pluviometría, llegando a recolectar entre 200 y 400 litros de agua al día. El sistema es casi idéntico al utilizado en Marruecos y garantiza el agua para unas 250 familias de Lima, pero de momento sólo para usos agrícolas.
California, una excelente candidata
En los últimos años se ha vivido una de las sequías más severas en el oeste de Estados Unidos. El estado de California ha visto como las principales reservas de agua llegaban a mínimos históricos, que se recuperaron por una providencial llegada de abundantes lluvias. Este estado americano está condicionado por un clima mediterráneo, que se está volviendo cada vez más extremo por la incidencia del cambio climático. Sin embargo, a pesar de que suele existir un déficit de lluvias crónico, sí hay una abundancia de niebla sobre todo en ciudades como San Francisco. Algunos expertos consideran que recolectar el agua de la niebla podría ser una solución para disponer de un nuevo recurso hídrico. Sin duda, una medida que se puede analizar ya que no supone un elevado coste y aprovecha un recurso que no se utiliza.
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