Alwaght- Hace mucho tiempo, la crisis en Grecia ha llamado la atención de los líderes de la Unión Europea (UE). Entre tanto, debemos señalar los cambios electorales en España y Polonia. Aunque España y Polonia son miembros fiables de la UE, la mayoría de sus ciudadanos no apoyaron a los partidos gobernantes pro-UE y apoyaron a los rivales de estos partidos, quienes buscan reformas en los dos países. El descontento con la situación comercial es uno de los puntos en común entre ambos países lo que no es algo nuevo en la Unión Europea.
En las elecciones regionales de España, el partido de izquierda Podemos, y el partido moderado de derecha Ciudadanos, pudieron derrotar severamente al conservador Partido Popular (PP). Ninguno de estos nuevos partidos está satisfecho con las posturas de la UE: el partido Podemos, rechaza las reglas fiscales, y el partido Ciudadanos, busca más cooperaciones con los estados miembros del sur de la UE en el marco de crear un fondo de desempleo común y otros campos, pero, por ejemplo, Alemania, que es un miembro de la UE, se opone a estas acciones.
Si estos partidos logran tener éxito en las próximas elecciones parlamentarias que se celebrarán a finales del año en curso, las relaciones de España con Europa cambiarán. La situación de Polonia es más grave de lo que hemos dicho de España.
En las elecciones celebradas en la semana pasada, el candidato conservador, Andrzej Duda, consiguió vencer al actual presidente, Bronislaw Komorowski, y asombró a los observadores electorales. Desde 2008, el desempeño económico de Polonia ha sido uno de los mejores en Europa, sin embargo, parece que los votantes no están satisfechos de la situación de su país. Si el partido "Ley y Justicia" (de la derecha conservadora) gana las elecciones parlamentarias que se celebrarán el próximo noviembre, cambiará el enfoque de Polonia, como España, hacia Europa.
Duda, como uno de los miembros del Parlamento Europeo, ha sido aliado de las facciones euro-escépticas y anti-federalistas. Él dice que quiere devolver el poder de Bruselas a Varsovia.
Polonia aún no es miembro de la zona euro, pero se ha comprometido a unirse. La victoria de Duda muestra que no se cumplirá este compromiso. Las reglas oficiales de la UE obligan a sus miembros que, tarde o temprano, adopten el euro. El cambio en el enfoque polaco confirma que Europa necesita planear una división permanente entre los miembros y no los miembros de la zona del euro.
Sin duda, el primer ministro británico, David Cameron, está satisfecho con estos desarrollos. A principios de este mes, los votantes dieron la victoria al Partido Conservador de Cameron. Él prometió renegociar acerca del proceso de adhesión a la UE y celebrar un referéndum al respecto en 2017. El Reino Unido (junto con Dinamarca), tiene condiciones especiales y su tiempo para unirse a la zona euro es indefinido.
Ninguno de estos asuntos muestra que los políticos triunfadores en España y Polonia saben lo que están haciendo. Sobre todo en los asuntos fiscales, sus políticas son diferentes: el partido Podemos de España busca aumentar gastos públicos y el partido Ley y Justicia de Polonia tiende a reducir los impuestos.
Sin embargo, es importante que los países pro-UE pregunten sobre el destino y objetivos de la Unión Europea. Ellos tienen este derecho y los líderes de la UE les deben responder.