Según los datos revelados por el Observatorio Sirio para los Derechos Humano, los terroristas ejecutaron a 217 personas en nueve días en las afueras de la ciudad siria de Palmira, el patrimonio de la UNESCO que fue capturada días atrás por el Daesh, lo que se considera una acción cada vez más salvaje contra una población civil indefensa.
UNESCO describe Palmira como una ciudad de "valor universal excepcional", un "oasis en el desierto de Siria" en el noreste de Damasco.
Activistas han informado en las redes sociales de que hay cientos de cadáveres en las calles de la ciudad, pero supuestamente se trataría de soldados del Ejército sirio.
Cabe mencionar que este grupo extremista además de impedir a miles de civiles abandonar la ciudad y confiscar todos sus bienes y posesiones, ejecutó a decenas de funcionarios sirios de la ciudad Palmira por apoyar al Gobierno del presidente sirio, Bashar al-Asad, entre ellos al jefe de enfermería del hospital local junto con todos los miembros de su familia.
A su vez, los ataques aéreos del Ejército sirio para liberar a 250 soldados y sus familias que fueron asediados por el grupo terrorista Frente al-Nusra en el hospital de la ciudad Yisr al-Shughur, han acabado recientemente con la vida de 300 terroristas en misma ciudad, situada en el norte de Siria.