Alwaght- Con la apertura de un nuevo capítulo en las relaciones entre La Habana y Washington, Francia ha expresado su intención de buscar el levantamiento de las sanciones contra Cuba. De hecho, Francois Hollande ha sido el primer presidente europeo que ha viajado a la isla después de que el pasado mes de diciembre se registrara el histórico punto de partida hacia la normalización de las relaciones entre Cuba y EE. UU. El presidente francés, nada más arribar a La Habana, al subrayar los vínculos históricos que comparten Francia y Cuba, afirmó: “Mi país está satisfecho de ayudar a abrir las puertas de Cuba al mundo, y tengo el placer de ser el primer presidente occidental que acompaña la reapertura de las puertas del mundo a Cuba, país que siempre tendrá en Francia un aliado sincero”. Hollande, además de enfatizar los profundos lazos existentes entre los pueblos de ambos países, expresó su entusiasmo por visitar la mayor de las Antillas. Hollande llegó a La Habana acompañado de una nutrida delegación de alto nivel, integrada por autoridades y jefes de instituciones, incluidos el presidente de la Asamblea Nacional, cinco ministras y dos ministros, además de un grupo de empresarios. En esta visita, Hollande llevaba bajo el brazo planes y propuestas sobre la comunicación y el turismo.
El mandatario francés fue recibido oficialmente por su homólogo cubano, Raúl Castro, sin embargo, su visita al hermano del presidente, Fidel Castro, quedó en reserva hasta el último momento. Un encuentro de 50 minutos que para los cubanos fue muy valioso pues demostró al mundo que el expresidente de 88 años todavía puede recibir invitados extranjeros. “Tuve frente a mí un hombre que hizo historia”, así describió Hollande su encuentro con el exmandatario cubano. No obstante, esta visita dio lugar a la reacción de los opositores cubanos en Francia. Como ellos opinan, ¿Puede ser Hollande uno de esos líderes latinoamericanos que solo pretenden sacarse fotos de recuerdo con Castro para sentirse orgullosos?
Esta visita a su vez provocó críticas entre los franceses y, en su defensa, Hollande durante una rueda de prensa, aseveró que “su propósito no fue otorgarle a alguien cheques en blanco, sino crear un nuevo periodo en las relaciones de Francia y Cuba, y establecer una unión a fin de eliminar los embargos y poder abrir las puertas de la isla a la comunidad mundial”.
Si bien el principal objetivo del viaje de Hollande a Cuba fue anunciado en el marco de asuntos económicos, el mandatario francés aprovechó la oportunidad para conversar con las autoridades cubanas sobre los derechos humanos, presos políticos y violación de libertades, y consideró que su visita se dio en un tiempo oportuno pues coincidía con los esfuerzos de EE. UU. y la UE para reanudar las relaciones con Cuba.
Hay que destacar que Francia, uno de los primeros países que en 1991 votaron a favor de anular el bloqueo cubano, siempre ha abogado oficialmente por el fin de esta medida. No en vano Francia se considera entre los principales acreedores de Cuba y reclama una deuda equivalente a unos 4.5 mil millones de euros. El presidente galo en este viaje, en un discurso pronunciado en la Universidad de La Habana, sostuvo que París emplea todos sus esfuerzos para la reapertura de relaciones del mundo con Cuba y a fin de eliminar completamente los embargos que, a su juicio, suponen la principal razón del atraso de la economía del país caribeño. Estos alegatos se emiten mientras las autoridades cubanas denuncian que la economía de su país sufrió un daño de 100 mil millones de dólares debido a los años de bloqueo. Hollande, en otra parte de sus declaraciones, pidió a la parte cubana desarrollar sus relaciones no solo con Francia sino con los demás países comunitarios.
Ambas partes en el marco de este viaje firmaron unos acuerdos en diversos terrenos, como medio ambiente, turismo, salud y construcción de complejos urbanos. De acuerdo con dichos documentos, una empresa francesa, en concordancia con planes para el año 2018, tiene previsto construir un hotel de 218 habitaciones cerca de las playas de este país caribeño. Este grupo asimismo inaugurará en noviembre de 2015 su tercer hotel con 518 habitaciones en la isla.
Transcurridos cinco meses del anuncio de la voluntad de Washington-La Habana para mejorar sus relaciones, los turistas galos también han manifestado su máximo interés y deseo de viajar a Cuba. Puesto que algunas agencias de viaje en Francia se han encontrado con un aumento de 40% en demandas para viajes a Cuba. El presidente del grupo denominado “Viajeros del mundo” en Francia cree que las actividades del grupo con respecto a Cuba ha registrado un aumento desde hace unos meses, de hecho, ahora el país latinoamericano alcanza el quinto nivel de destino turístico, mientras que hace tres meses ocupaba el vigésimo nivel.
Aunque Cuba todavía no tiene las infraestructuras hoteleras y residenciales necesarias, puede convertirse en un serio rival para Las Antillas francesas y la República Dominicana. Por otra parte, algunas fuentes noticieras de Cuba, reclamaron que la empresa petrolera francesa TOTAL ha suscrito un contrato con “Cuba Petróleo” sobre la extensión de un precontrato relacionado con las actividades de la venta de productos petróleos. Sin embargo, la noticia fue rechazada por la misma TOTAL, empresa que en realidad está activa desde 1993 en Cuba y en el sector de marketing de los productos carburantes del país latinoamericano. Según los observadores políticos, desde aquel momento que se planteó la posibilidad del levantamiento de las sanciones económicas de EE. UU. contra Cuba, varias empresas han tomado el rumbo de La Habana.
Desde el punto de vista de los europeos, Cuba se considera la puerta de entrada al mercado de América Latina. De hecho Francia busca en este viaje encontrar un espacio en el tablero de un nuevo ajedrez, cuyas piezas se han ordenado de nuevo tras el compromiso del mandatario estadounidense para normalizar relaciones de EE. UU. con Cuba.
Sin duda, Cuba necesita de la inversión extranjera y, en este caso, en comparación con EE. UU. y España, dos socios importantes de la isla, ¿Francia podrá desempeñar un papel principal en la profundización de las relaciones e invertir en Cuba? Esto ocurre mientras, las autoridades cubanas apuestan por el viaje del presidente estadounidense, Barack Obama, a la isla antes del fin de su periodo presidencial.
Las sanciones impuestas por EE. UU contra Cuba están vigentes desde 1962, pero a partir del inicio de las negociaciones de acercamiento, el 17 de diciembre del año pasado, los presidentes de los dos países anunciaron de su disposición para reanudar los vínculos diplomáticos tras casi medio siglo de diferencias entre los dos. En este proceso, Obama el pasado abril anunció su decisión de borrar a Cuba de la lista de los países que apoyan al terrorismo, tema que desde hace años siempre ha sido demandado por el gobierno cubano.
Desde el anuncio de la normalización de las relaciones, EE. UU. y Cuba lograron desarrollar sus lazos en las siguientes aéreas: Inmigración, cumplimiento de las leyes, acceso a la información, protección del medio ambiente, y lucha contra la trata de personas.
Obama ha pedido al Congreso estadounidense estudiar la eliminación de los embargos, cuyo levantamiento es una de las condiciones de la parte cubana para la reanudación de las relaciones diplomáticas entre las dos naciones. Al respecto, comenzaron las negociaciones a finales de 2014, y los líderes de ambos países se reunieron recientemente al margen de la cumbre de OEA.
En este sentido, se han celebrado hasta ahora tres rondas de negociaciones en las que se ha abordado la restauración de las relaciones diplomáticas y la reapertura de las embajadas: la primera, el 22 de enero en La Habana; la segunda, el27 de febrero en Washington, y la tercera, el 21 de mayo, también en Washington.