El suroeste de Estados Unidos sufre una ola calor que llevó este miércoles los termómetros a marcar hasta 52 grados centígrados en zonas de Nevada, California y Arizona y obligó a suspender casi 50 vuelos en Phoenix.
En la zona del Death Valley, en el sureste de California, se alcanzaron este miércoles 52 grados centígrados, mientras que las temperaturas máximas previstas en Las Vegas (Nevada) y Phoenix (Arizona) son 46,6 y 48,8 grados, respectivamente. El máximo histórico en esta última ciudad de Arizona es de 50 grados centígrados.
Debido a esta situación, la compañía American Airlines canceló cerca de medio centenar de vuelos regionales con salidas después del mediodía desde el aeropuerto internacional Sky Harbor, cercano a Phoenix, ciudad enclavada en una zona donde han muerto desde abril cuatro personas a causa del calor.
Según un comunicado de American Airlines, los vuelos regionales de American Eagle utilizan el avión Bombardier CRJ, que opera con una temperatura máxima de 47,7 grados centígrados, que es inferior a la que se espera para este martes en la ciudad de Arizona.
Con estas altas temperaturas también está en riesgo el servicio eléctrico, por lo que compañías del sector han pedido que se reduzca el consumo durante los próximos días a sus clientes en California, donde en Sacramento estaban previstas para hoy máximas de 41 grados centígrados y en Fresno de 43 grados.
El operador independiente de la red eléctrica en California, donde ya se han registrado caídas del fluido, pidió a los consumidores no encender las luces y aparatos eléctricos que no sean imprescindibles entre las 14.00 y las 21.00 horas para evitar el riesgo de sobrecarga en el sistema.
El calor, un “asesino silencioso”
Johana Molina, portavoz del departamento de Salud Pública del condado Maricopa, al que pertenece Phoenix, dijo a Efe que han emitido una advertencia sobre el calor excesivo que se extenderá toda la semana. “El calor es un asesino silencioso, de abril a este mes se han registrado cuatro muertes en Maricopa, pero cada año muere mucha gente, porque se confían, y es cuando llega el golpe de calor”, comentó.
Mencionó que aparte de la suspensión de vuelos, gran cantidad de parques en el condado se han cerrado para evitar que los menores se deshidraten y decenas de refugios han sido habilitados para brindar ayuda a la comunidad.
“Definitivamente los niños y la gente mayor tienen altos riesgos en esta época. También deben de cuidarse quienes tienen una condición crónica, porque el calor los predispone a perder la vida”, advirtió.
En Estados Unidos mueren un promedio de 658 personas por año a causa del calor, según las estadísticas más recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Otro de los grupos más vulnerables por el calor excesivo son los inmigrantes, aseguró a Efe Francisco Martínez, coordinador en Arizona del grupo Ángeles del Desierto, que ayuda a quienes cruzan la frontera con Estados Unidos desde Sonora (México). “El calor es muy fuerte, la advertencia para los migrantes es que no crucen, los puntos de distribución de agua no son suficientes porque los voluntarios son pocos, y pueden morir”, sentenció.
Mediante un comunicado la Patrulla Fronteriza señaló que se intensificaron las advertencias a los inmigrantes que intentaban cruzar hacia Estados Unidos a través del desierto de Sonora. En Yuma, Arizona la agencia dijo que su equipo de búsqueda y rescate se encuentra en alerta máxima.
El intenso calor también ha contribuido a la propagación de varios incendios forestales en California y cientos de hectáreas han quedado calcinados en el área del Big Bear en las últimas horas.
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