Alwaght- La política conservadora Theresa May asumió el miércoles oficialmente el cargo de nueva primera ministra del Reino Unido tras recibir la orden de la reina Isabel II para formar su nuevo gobierno que tendrá la difícil tarea de implementar el Brexit.
De esta manera, Theresa May sustituyó a David Cameron, quien anunció su dimisión del cargo tras el triunfo del Brexit (salida de este país de la Unión Europea) en un referéndum celebrado el pasado 23 de junio en el Reino Unido.
A su llegada a la residencia oficial de Downing Street, May hizo un llamamiento a la “unidad” del país y prometió preservar “los preciosos vínculos” entre Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte en su toma de posesión.
“Vivimos un momento muy importante en la historia de nuestra nación. Tras el Brexit afrontamos un gran desafío, pero nos levantaremos, nos forjaremos un nuevo papel positivo en el mundo (...) Juntos construiremos una mejor Gran Bretaña”, declaró durante su primer discurso tras asumir el cargo.
Tras Margaret Thatcher (1979 y 1990), Theresa May, de 59 años de edad, es la segunda mujer que ocupa este cargo en un momento crucial en que debe negociar un modelo comercial que siga manteniendo los lazos con la Unión Europea (UE) y que, a la vez, calme a los votantes del Brexit.
La exministra del Interior tiene hasta el jueves para completar su Gabinete, en el que se ha propuesto acercarse al máximo a la paridad entre partidarios de la permanencia o del Brexit.
Por lo tanto, May nombró en la misma jornada del miércoles a varios miembros de su Gabinete, entre ellos al exministro de Asuntos Exteriores Philip Hammond, como su nuevo ministro de Finanzas británico; al exalcalde de Londres y figura clave del Brexit, Boris Johnson, como ministro de Asuntos Exteriores, y al diputado británico y antiguo presidente del Partido Conservador David Davis como ministro del Brexit.
Por otra parte, la exministra de Energía británica Amber Rudd, ocupará el cargo en el Ministerio del Interior que dejó May. Michael Fallon asimismo se mantendrá como ministro de Defensa del Reino Unido.
Los líderes europeos también instaron el miércoles a May a iniciar pronto las negociaciones con la Unión Europea por el Brexit.
En el referéndum que se celebró el pasado 23 de junio en el Reino Unido, con una participación del 72 por ciento, el 51.9 por ciento expresó su respaldo a la salida de este país de la UE mientras que el 48.1 por ciento apoyó su permanencia.
De acuerdo con los analistas, la salida del Reino Unido del bloque podrá debilitar la Unión Europea y en el largo plazo, la situación podría ser aún peor, ya que se verán debilitadas las posibilidades de que el Reino Unido logre acuerdos favorables ante la Unión Europea.
Esta situación también aumentará el apoyo de los escoceses a la independencia de su país del Reino Unido así como el aumento del independentismo en toda la Unión Europea.
En tal situación, el Reino Unido se enfrenta a la mayor crisis política de su historia reciente.
Tras la victoria del Brexit, la presidenta del partido opositor francés Frente Nacional (FN), Marine Le Pen, y la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, manifestaron su apoyo a la decisión de los británicos en el referéndum y pusieron en marcha nuevas medidas para sacar a sus países de la UE.
Entre las consecuencias de la salida del Reino unido de la Unión Europea destacan: la desintegración del bloque, la desintegración del Gran Bretaña, reducir la seguridad y el poder, provocar tensiones, reducir la mano de obra, caer el crecimiento económico y el efecto negativo sobre el trabajo.