Al-Waght-Rusia y Grecia cuentan con lazos estrechos y antiguos, especialmente en los asuntos religiosos. Las relaciones entre los dos países, teniendo en cuenta los intereses religiosos y culturales en común, desde la antigüedad han sido muy cercanas. Además durante la Segunda Guerra Mundial las dos naciones lucharon juntas en diversos campos ante las fuerzas de la Alemania nazi. También, los nexos bilaterales siguieron fuertes tras el colapso de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), así que Grecia, en calidad de un miembro de la OTAN y Rusia, como el principal heredero de la liga comunista, reforzaron las relaciones, haciendo caso omiso a los conceptos tradicionales pertenecientes a la era de la Guerra Fría. Después de algún tiempo, las partes empezaron a mantener relaciones económicas amplias y rubricaron diversos contratos en el campo de relaciones armamentísticas. Los mencionados nexos han sido tan cercanos que siempre consideran a Grecia como el caballo de Troya de Rusia en la Unión Europea (UE). Aunque este proceso a veces se ha enfrentado a retos, al parecer el gobierno izquierdista griego que acaba de tomar el poder pretende restaurar, una vez más, los fuertes lazos con Rusia.
Por tanto, el viaje de Alexis Tsipras, primer ministro de Grecia, a Moscú y su encuentro con el presidente ruso, Vladimir Putin, se realizó en momentos en que Atenas se enfrenta a Bruselas, debido a la crisis económica y no puede pagar sus deudas. Por la misma razón, la mayoría de las autoridades europeas creían que la visita se llevó a cabo con la intención de que Moscú y Atenas se apoyasen el uno al otro frente a la UE. Pese a que, al contrario de los pronósticos de la mayoría de europeos, Tsipras en su viaje a Moscú no trató el rescate financiero y las deudas de Grecia con los funcionarios rusos, la verdad es que actualmente el premier heleno ha adoptado una postura diferente con los otros Estados europeos, y tiende a acercarse más que nunca a Rusia.
El Gobierno griego cree que las sanciones impuestas por el Occidente contra Rusia afectan a los productores helenos, pues mientras que Atenas no tenga ningún problema para desarrollar sus relaciones diplomáticas con Moscú, no se ve obligado a obedecer dichas sanciones. De esta manera, aunque en 2014 disminuyeron un 40% los nexos comerciales entre los dos países, probablemente en el futuro las partes reanudarán las relaciones. Entre tanto, Rusia por su parte está interesada en aumentar las inversiones en Grecia y reparar las relaciones económicas alteradas bilaterales. Rusia está dispuesta a tener un papel más efectivo en las industrias de Grecia y participar en las licitaciones teniendo los mismos derechos. Asimismo, Rusia puede reanudar la importación de los productos agrícolas desde Grecia, bloqueada debido a las sanciones. La reapertura de las importaciones agrícolas, ayudaría a Grecia también puesto que la mayor parte de su economía depende de esa industria. Además, Grecia que importa desde Rusia un 65% del gas que necesita, desea que Moscú reduzca el precio de su gas natural.
Por otro lado, Rusia tiene la intención de permitir a los griegos tener una parte en el proyecto de gasoductos de Turquía. En el caso de que Grecia se conecte a la línea de gas turca, se convertirá en la mayor ruta de gas de Europa y asumirá un papel importante en la geopolítica de la región. También, apoyando a Grecia, Moscú espera evitar la imposición de más sanciones por parte de la UE para este verano. Además, la posible salida de Grecia de la eurozona terminaría en un caos económico en la Unión y beneficiaría a Rusia ya que si Europa estuviera preocupada por sí misma, prestaría menos atención a Ucrania y reduciría su apoyo al gobierno de Petro Poroshenko. Por fin, la salida de Grecia de la Unión Europea, influiría en el papel de este país en la OTAN.
Actualmente, a pesar de que Grecia no quiere salir de la UE y, teniendo en cuenta las consecuencias de su salida, intenta simular que disfruta de otros aliados fuera del círculo de la Unión Europea y que es capaz de hacer presión a Bruselas sobre el pago de sus deudas. El gobierno griego trata de dar un mensaje indirectamente a Europa de que Atenas, como un país independiente, tiene la intención de cooperar con países fuera de la Unión. Entonces por un lado habla de la Anulación de deudas y pide asistencias de la UE y por otro, ha abierto el caso de las pérdidas financieras de Grecia causadas por la ocupación que sufrió el país por el régimen de Hitler y ha solicitado compensación de Alemania para hacer presión a este país.
Como resultado, puede decirse que Grecia puede crear una brecha en la unidad de Europa ya que no está de acuerdo con las directrices de la UE. Durante los recientes meses, ha aumentado la insatisfacción del Reino Unido sobre su membresía en la Unión y de otros países como España, Portugal y Francia que están al borde de evoluciones políticas considerables. Es posible que partidos extremos de derecha o de izquierda asuman el cargo en ciertos países, que están en contra de la unidad europea y prefieren estar más cerca de Moscú. También después de la crisis de Ucrania y el anexo de Crimea a Rusia, lo mencionado puede ser considerado como una oportunidad buena para que Moscú demuestre a los Estados Unidos y Europa que todavía tiene aliados en el corazón de Europa. Así que Rusia tiene ganas de alcanzar un privilegio nuevo geopolítico creando lazos estrechos con países como Serbia, Hungría, Chipre y por supuesto Grecia, que otra vez podría jugar el papel de caballo de Troya para Rusia.