Alwaght-La reunión entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, y su homólogo ruso, Vladimir Putin, el 9 de agosto en San Petersburgo sigue siendo uno de los temas planteados en los medios. La mayoría de analistas cree que el acercamiento de Turquía a Irán y Rusia podría crear una nueva coalición trilateral conformada por Moscú, Teherán y Ankara. Estos tres países podrían mantener amplias cooperaciones para poner fin a la crisis siria. Para analizar a fondo este tema, abordamos en este texto los objetivos que busca Ankara al crear una coalición junto a Irán y Rusia. Hay tres razones principales en este acercamiento:
1. Ejercer una presión provisional sobre EEUU y la Unión Europea
Tras la fundación de la República de Turquía en 1923, los gobiernos turcos siempre han formado una parte de los aliados de EEUU en la región. En las últimas décadas, Turquía siempre ha buscado integrarse a la Unión Europea (UE). Desde 2002, el gobernante Partido de Justicia y Desarrollo (AKP) no ha escatimado ningún esfuerzo para alcanzar este objetivo, pero todavía no ha cumplido su antiguo deseo. A partir de 2002, Turquía aplicó reformas para alcanzar los estándares requeridos por la UE. Pero, en los últimos dos años, Ankara ha cambiado su enfoque de convertirse en un miembro del bloque europeo. De hecho, Ankara, en vez de esforzarse para llegar a los estándares requeridos por la UE, busca presionar a este bloque de 28 países. A partir de 2014, la crisis migratoria y la apertura de las fronteras de Turquía para la entrada de los refugiados a Europa se convirtieron en un gran desafío para las autoridades europeas. Las autoridades turcas aprovechan la crisis migratoria para presionar a la UE y ahora, con su acercamiento provisional a Irán y Rusia, busca obligar a la Unión Europea a que la incluya como uno de sus miembros.
Por otro lado, Erdogan pretende presionar a EEUU para que retire su apoyo a los kurdos sirios mediante su acercamiento a Irán y Rusia. En el último año, surgieron serias diferencias entre EEUU y Turquía sobre los kurdos sirios. La ayuda de EEUU a las Fuerzas Democráticas Sirias —un grupo organizado a finales de 2015 por Washington— ha abierto una brecha profunda entre esos dos países aliados. Por eso, las autoridades turcas están aprovechando su acercamiento a Irán y Rusia con el fin de obligar a EEUU a reconsiderar su postura sobre los kurdos sirios.
2. Debilitar la posición de los kurdos sirios y poner fin a su deseo de gobierno federal
Tras el inicio de la crisis siria en 2011, se produjo una oportunidad para que los kurdos logren cierta independencia política en el norte del país árabe. Para establecer un sistema autónomo democrático, los kurdos crearon la Federación de Rojava (compuesta por las regiones de Afrin, Kobani y Yazira) en marzo de 2016 con el inicio de las operaciones conjuntas con EEUU para liberar a la ciudad de Manbiy, en el norte de la provincia de Alepo. Pero, en el mismo año (2011), Turquía se oponía a la llegada al poder del Parido Unión Democrática de Siria (PYD), como una rama siria del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK).
La diplomacia de los kurdos sirios a partir de 2011 allanó el terreno para sus cooperaciones con Rusia, Irán y Estados Unidos, hecho que aumentó las preocupaciones de Ankara. Ahora, la gira política de Erdogan se basa en esfuerzos para convencer a Rusia e Irán a que retiren su apoyo a los kurdos sirios y probar que los kurdos sirios son una amenaza común para esos tres países. De hecho, la mayor meta de Ankara en Siria es evitar la creación de un gobierno kurdo en el país árabe. De ahí que los turcos quieran que los kurdos hagan frente simultáneamente a tres enemigos: Daesh, los opositores sirios apoyados por Ankara y el Ejército sirio. En los últimos días, han estallado enfrentamientos entre las fuerzas gubernamentales y los kurdos en la ciudad de Hasaka.
3. Ejercer un papel influyente en la crisis siria
Otro objetivo de Turquía en su acercamiento a Irán y Rusia son sus repetidos fracasos diplomáticos en Siria y la región. Al contrario de las expectativas del gobierno turco, no solo el gobierno del presidente Bashar al-Asad no fue derrocado tras casi 6 años, sino que se reforzó con el apoyo de Rusia e Irán. La creación de Yeish Al-Fatah por Turquía y Arabia Saudí y sus avances sobre el terreno en marzo de 2015 crearon esta expectativa para el Gobierno turco que podía lograr la victoria en el campo de batalla en Siria. Pero la involucración de Rusia en la crisis siria dio lugar a acontecimientos que estaban al contrario de los objetivos de Ankara. Los avances del gobierno sirio en el norte del país desde comienzos de 2016, especialmente en marzo (cuando se rompieron los asedios contra las localidades de Nobel y Al-Zahra, así como la ciudad de Alepo) llevó a las autoridades turcas a llegar a esta conclusión: estaban perdiendo en la guerra en Siria.
Como consecuencia de esos acontecimientos, las autoridades turcas buscan jugar un rol clave en la crisis siria. El principal deseo de los turcos es hacer fracasar el plan de los kurdos para crear un gobierno federal, aunque sea necesario la permanencia de Al-Asad en el poder. Erdogan y su primer ministro, Binali Yildirim, creen que su cooperación con Rusia e Irán pondrá fin a la pasividad de Ankara en la crisis siria y le dará un papel importante para manejar la crisis siria.