Alwaght- Los manifestantes palestinos han obligado este miércoles el cierre de la oficina del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Cisjordania en un acto de solidaridad con un preso palestino en huelga de hambre.
Los palestinos han irrumpido en la oficina del CICR en la ciudad de Al-Bireh, en el norte de la ocupada Cisjordania, para protestar contra su inacción ante el deterioro del estado de salud de Bilal Kayed, un preso palestino detenido por el régimen de Israel y en huelga de hambre desde hace 70 días, según las fuentes estatales.
Esto se produjo un día después de que Kayed dirigiera una carta al pueblo palestino, afirmando que seguirá con su huelga de hambre y no se rendirá ante el régimen de Israel.
El régimen de Tel Aviv negó liberar a Kayed a pesar de haber cumplido su pena de 14 años y medio de cárcel por sus actividades en el Frente Popular de Liberación de Palestina (FPLP).
La salud de Bilal Kayed, de 35 años de edad, se ha deteriorado considerablemente y ya es incapaz de moverse o hablar por sí mismo, según su abogado. Las autoridades israelíes también prohibien a su madre que le visite en el hospital.
El régimen de Tel Aviv decidió asimismo ponerlo en detención administrativa, eufemismo que aplica este régimen para mantener a los palestinos en prisión saltándose la ley, es decir, sin derecho a defenderse o a un juicio justo, pues desconocen, incluso, los cargos que se les imputan.
Según informes, actualmente más de 7000 palestinos, entre ellos 350 niños, están presos en 17 cárceles y centros de detención israelíes, la mayoría sin cargos ni juicio.