Alwaght- En los últimos años, diversos acontecimientos en el mundo han sido motivo del enfrentamiento entre EEUU y Rusia, sobre todo, en los asuntos relacionados con Oriente Medio. Aunque no se ha producido una guerra directa entre los dos países —ambos temen las consecuencias de un choque bélico— se han extendido las guerras subsidiarias en Oriente Medio. Teniendo en cuenta el aumento drástico de esta forma de guerra es de suma importancia estudiar la política exterior de estos dos países.
Actualmente, EEUU tiene diferentes posturas políticas sobre los países de Oriente Medio. Por ejemplo, no tiene la misma política para Siria e Irak. Sin embargo, hay un principio irreversible en la política exterior de Estados Unidos: no quiere entrar en una nueva guerra a gran escala por temor a los costes financieros y humanitarios. Como EEUU sufrió enormes costes humanitarios y financieros durante la invasión de Irak en 2003, Washington quiere ayudar al establecimiento de la seguridad en este país árabe e incluso quiere evitar su desintegración. Pero, la Casa Blanca no tiene el mismo argumento para Siria. Con la intervención directa de Rusia en este conflicto, Siria se ha convertido en escenario de un enfrentamiento entre Washington y Moscú, por eso, EEUU no quiere perder esta guerra y ha involucrado a todos sus aliados regionales en el caso sirio.
Por otro lado, actualmente, la política más importante de Rusia es hacer frente a Occidente, especialmente EEUU, en las zonas cercanas a su frontera en Asia Central y el Cáucaso, y recuperar el poderío de Moscú. Respecto a Siria, Rusia también tiene preocupaciones sobre la extensión del extremismo hacia sus fronteras, precisamente, ese fue el motivo que llevó a los rusos a iniciar operaciones en Siria, las cuales constituyen su primera intervención militar seria de las últimas décadas después de la antigua Unión Soviética tras la guerra de Afganistán. Ahora, existe la posibilidad de que esta intervención se extienda a otras zonas.
Siria se ha convertido en escenario de enfrentamientos entre EEUU y Rusia y, pese a algunos acuerdos, aún existen diferencias entre ambas partes. Aunque el acuerdo entre estos dos países para aprobar la Resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU en diciembre de 2015 generó esperanzas, prácticamente Washington y Moscú tienen objetivos diferentes en Siria.
Si bien es posible que EEUU y Rusia entren en una nueva guerra fría por la crisis siria, no cabe duda de que EEUU se dedicará a limitar la influencia de Rusia en la esfera internacional, en particular, teniendo en cuenta el gran poderío militar de EEUU y su derecho a veto en el Consejo de Seguridad. Por su parte, Rusia tratará de no perder sus herramientas e incluso de aumentar sus capacidades. No obstante, ambas partes necesitan también de sostener unas relaciones amistosas. Estas condiciones contradictorias han complicado el estado de las relaciones entre Moscú y Washington. Por eso, en Siria y varios otros países, EEUU y Rusia mantienen, por un lado, guerras subsidiarias y, por el otro, llegan a acuerdos limitados. Por eso, parece que las relaciones entre los dos países seguirán experimentando altibajos y continuarán sus esfuerzos para debilitarse uno al otro de diferentes maneras, salvo el militar.
Esta situación solo intensificará la crisis y la inseguridad en los países escenarios de estas confrontaciones en Oriente Medio. De hecho, el enfrentamiento entre esas dos potencias ha creado también conflictos entre sus aliados en la zona en Siria e Irak y ha agravado las tensiones en el Oriente Medio.