Alwaght- El jefe del instituto israelí Begin-Sadat (BESA, por sus siglas en inglés), Efraim Inbar, subrayó que el grupo terrorista Daesh obstaculiza a que “Irán busque la hegemonía regional”, por lo tanto su destrucción es “un error estratégico”.
Esto se produce mientras que las autoridades y políticos israelíes siempre insisten en la eliminación de Daesh y sus amenazas con atacar contra los territorios ocupados palestinos.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, reunió recientemente a los ministros de Defensa de los países aliados con el fin de planificar lo que las autoridades esperan sea la etapa decisiva en la campaña para erradicar a Daesh. “Esto es un error estratégico”, añadió.
Inbar se refirió a los crímenes cometidos por Daesh que proclamó en junio de 2014 un “califato” en las zonas bajo su control en Siria e Irak, pero, escribió, este grupo terrorista “es principalmente exitoso donde existe un vacío político. A pesar de que las ofensivas en Siria e Irak mostraron una capacidad táctica de Daesh, estas fueron dirigidas contra estados fracasados con ejércitos debilitados. En ocasiones cuando las malamente entrenadas tropas de Daesh se enfrentaron a una oposición bien organizada, incluso la de entidades no estatales tales como las milicias kurdas, la actuación del grupo ha sido menos convincente. Cuanto mayor es la presión militar aplicada y disminuye el apoyo de Turquía, Daesh va en retirada”.
De acuerdo con Inbar, si Daesh es eliminado completamente, los terroristas entrenados volverán a su país natal y llevarán a cabo actos terroristas allá; Asimismo si este grupo takfirí pierde el control sobre su territorio, las energías que entraron para proteger y gobernar un estado irán dirigidas a organizar más ataques terroristas fuera de sus fronteras.
Además aseveró que la continua existencia de Daesh sirve un propósito estratégico.”¿Por qué ayudar al brutal régimen de Al-Asad para que obtenga la victoria en la guerra civil siria?”
En este contexto añadió que la eliminación de Daesh provocará el fortalecimiento de Rusia y su influencia en la región de Oriente Medio; aumentará el control de Irán sobre Irak; así como el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá) se deshará de la lucha contra este grupo takfirí.
Por otra parte declaró que la estabilidad en Oriente Medio no es un valor en sí mismo. “Es deseable sólo si le sirve a nuestros intereses. La derrota de Daesh alentaría la hegemonía iraní en la región, reforzaría el papel de Rusia y prolongará el régimen de Al-Asad. Teherán, Moscú y Damasco no comparten nuestros valores democráticos y tienen poca inclinación en ayudar a Estados Unidos y a Occidente” añadió.
Finalmente alegó que desafortunadamente, la administración del presidente estadounidense Barack Obama no logra ver que su principal enemigo en la región es Irán y no Daesh. El Gobierno de Obama ha inflado la amenaza de Daesh con el fin de legitimar a Irán como un actor “responsable” que combatirá contra este grupo takfirí en Oriente Medio. La administración de Obama no fue capaz de reconocer el hecho que Daesh puede ser una herramienta útil para socavar “el ambicioso plan de dominación del Medio Oriente por parte de Teherán”.