Alwaght- El brote de violencia en la Cachemira administrada por La India durante las últimas dos semanas, ha dejado decenas de muertos y más de mil heridos. El conflicto armado, registrado en la región norteña india, se interpreta por algunos analistas como una medida del Gobierno para detener la extensión del extremismo aplicado por bandas como Al-Qaeda y Daesh, y no una represión policial contra un grupo del pueblo cachemiro.
Pero, en realidad ¿qué está pasando en Cachemira? ¿Por qué el Gobierno indio ha recurrido a la violencia en esta región y quiénes son los que pierden la vida a manos de la Policía o el Ejército de La India?
Cachemira es una región ubicada en el extremo norteño del subcontinente indio y está poblada mayormente por chiíes, partidarios de la República Islámica. Estas frases en gran medida son ciertas, pero la verdad es que todo el pueblo de Cachemira no practica el Islam chií, asimismo, el grupo que apoya a la República Islámica de Irán y su líder, tanto en esta región como en otros puntos del mundo donde habitan los chiíes, también forma parte de todos los musulmanes chiíes y suníes.
Precisamente en Cachemira la población suní siempre ha respaldado a la República Islámica, sin embargo, a menudo son imprescindibles las divergencias entre los creyentes de diferentes sectores religiosos en una región. Es de recordar que en los últimos 70 años no ha existido ningún conflicto serio entre chiíes y suníes cachemiros.
¿Cuál es el papel del Gobierno indio en este conflicto sangriento? Durante los últimos 70 años, el comportamiento agresivo de los diferentes Gobiernos indios hacia los cachemiros ha causado choques en la región. Según el acuerdo logrado en 1947 entre el primer premier indio, Jawaharlal Nehru, y el fundador de Paquistán, Muhammad Ali Jinnah, La India debería abandonar Cachemira y permitir al pueblo votar en un referéndum para decidir si deseaban ser un país independiente o anexado a Paquistán, como otras partes resididas por la población musulmana. El indicado referendo nunca se celebró y La India jamás dejó este territorio. Por supuesto, conforme a los análisis, los cachemiros nunca escogerían a Paquistán, sino preferirían la independencia.
Independientemente de la esencia y el enfoque del grupo que actualmente es objeto de la represión del Ejército indio, las fuerzas armadas están matando a gente inocente y la priva de la libertad de opinión, violando los derechos humanos de manera seria.
¿Qué significa el extremismo en Cachemira? La respuesta a esta pregunta es de suma importancia, ya que, por un lado, el significado de la palabra difiere en diversos países del mundo y, por el otro, cada gobierno puede tratar a su oposición como extremista con el fin de reprimirla. El extremismo en Cachemira representa el rechazo de convivencia con La India. La aplicación de la indicada palabra para describir a los musulmanes cachemiros es incorrecta. Al parecer, lo que está sucediendo en Cachemira es una parte del plan para hacer frente a los musulmanes que están en busca de su identidad y ese es su principal crimen.
En otras palabras, los acontecimientos de Cachemira recuerdan la triste historia de Myanmar y no de Irak o Siria. En Cachemira, los hombres y las mujeres musulmanes, incluidos jóvenes y viejos, están bajo enorme represión de las fuerzas militares indias, también son humillados y agredidos del peor modo posible. El conflicto entre el pueblo cachemiro y el Gobierno indio no es un caso de extremismo o terrorismo ya que, en primer lugar, no existe ningún documento que pruebe esta alegación y, además, ¿qué crimen han cometido las ancianas pobres de Cachemira que son objeto de la furia de la Policía india?
4. Durante los últimos días, algunos medios de comunicación y canales en las redes sociales han tratado de mostrar que las víctimas de las injustas represiones militares y policiales en Cachemira son “suníes extremistas”, por lo que los musulmanes chiíes tienen que estar satisfechos con estas brutalidades. Entretanto algunas corrientes religiosas radicales intentan aprovechar la oportunidad para reforzar la discordia entre los chiíes y suníes, encubriendo esta realidad que una gran parte de las víctimas de los últimos choques en Cachemira son mujeres y ancianos inocentes que no pueden dirigir ninguna hostilidad contra los chiíes. Estas corrientes en realidad están ayudando al Ejército indio para justificar sus crímenes. La política de crear discrepancias entre musulmanes chiíes y suníes coincide con los planes de las potencias colonialistas que han provocado grandes crisis en la región durante las últimas décadas. Los acontecimientos en Cachemira tienen que utilizarse para asestar un duro golpe contra estos planes colonialistas.
Cabe mencionar que a pesar de los intentos de las citadas corrientes, los musulmanes chiíes han organizado varias manifestaciones y protestas en Paquistán y otras partes del mundo islámico para expresar su solidaridad con los inocentes musulmanes cachemiros.