Alwaght- En base a algunas teorías, después de la Segunda Guerra Mundial, EEUU se convirtió en el único polo que tenía hegemonía mundial. Pero, desde el siglo XXI, hemos visto muchos cambios en el sistema internacional.
Los ataques a las Torres Gemelas de Estados Unidos acaecidos el 11 de septiembre de 2001 mostraron que ciertos factores amenazaban el poder estadounidense, como en otros países. En la primera década del siglo XXI, el extremismo moderno creció en el Oriente Medio. Tras los cambios y revoluciones en los países árabes de la región, se preparó el terreno para el aumento de los números de los extremistas hasta que se formó diferentes grupos terroristas, como Daesh, en el Oriente Medio. La presencia e injerencia militar de EEUU en Afganistán e Irak bajo la excusa de resolver las crisis en estos países aumentaron la oposición de la opinión pública, y entonces los estadounidenses para mantener sus intereses se vieron obligados a cambiar sus estrategias en gestionar las crisis en estos países. En este texto, se analiza la complejidad de la crisis del Oriente Medio y los intereses y desafíos de EEUU en la región.
Los desafíos de EEUU en la crisis del Oriente Medio
EEUU, como la primera potencia hegemónica mundial, y sus aliados en la región, especialmente Israel, intentan resolver la crisis del Oriente Medio en el marco de sus intereses.
Entretanto, el fracaso de EEUU en derrocar al Gobierno de Bashar al-Asad en Siria y llevar a cabo otros de sus objetivos causará un descontento entre sus aliados y extenderá la crisis en la región.
El Gobierno sirio lucha contra los grupos takfiríes que son apoyados por EEUU y sus aliados. En este sentido, el punto importante es que el Gobierno de Asad ha logrado una mejor posición en la opinión pública luchando contra los grupos terroristas.
La presencia de Rusia en Siria y sus apoyos a los frentes de resistencia muestran las diferencias entre las políticas de Rusia y EEUU y también se puede considerar como actos de represalia por parte de Rusia en respuesta a las sanciones del Occidente contra Ucrania.
Los países regionales, como Irán, Irak, Rusia y el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), luchan contra los grupos terroristas en Siria y de este modo han podido aumentar el poder del Gobierno de Al-Asad por lo que ahora es difícil para el Occidente lograr los resultados que desea. Eso muestra el poder del frente de resistencia en la región.
Uno de los desafíos más complejos de EEUU en la región después de la implementación del acuerdo nuclear entre Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., Francia, el Reino Unido, China y Rusia, más Alemania) es resolver la crisis del Oriente Medio y también mantener satisfechos a sus aliados. Asimismo, a base de la política de iranofobia, después de la ejecución del sheij Nimr Baqer al-Nimr y los ataques a la embajada saudí en Irán, algunos de los países árabes se unieron con el régimen sionista contra el país persa.
Por otra parte, es evidente que EEUU no quiere perder sus logros en el acuerdo nuclear con Irán, lo que considera como el resultado de su gestión en los asuntos mundiales. Hay muchas diferencias entre las políticas de Irán y EEUU en el asunto de Siria, pero, en realidad, después de los atentados del 11 de septiembre, se podía ver una coincidencia entre los intereses de Irán y EEUU en la región. Este asunto ha irritado a algunos países árabes y al régimen sionista. Por lo tanto, ahora, uno de los desafíos de EEUU en el Oriente Medio es reducir los problemas y tensiones entre Irán y algunos países árabes de la zona.
La presencia militar de EEUU en Afganistán e Irak provocó el descontento público, y lo mismo ocurrirá en Siria. Las operaciones terroristas en Europa causaron que la Unión Europea (UE) pidiera a EEUU que resolviera la crisis del Oriente Medio rápidamente.
Los intereses de EEUU en la crisis regional
Siria tiene una situación estratégica en la región con influencia en las políticas de Irán, El Líbano y Palestina.
Si EEUU y sus aliados derrocan al Gobierno de Asad, entonces el objetivo de Israel, Arabia Saudí y Turquía de limitar a Irán en la región se habrá hecho realidad.
Si los grupos pro occidentales llegan al poder en Siria, se incrementará la influencia estadounidense y se disminuirán las influencias de sus rivales como Rusia, UE e Irán en la zona.
Cabe mencionar que si las conversaciones de paz de Siria llegan a buenos resultados bajo la gestión de EEUU, el país norteamericano podrá demostrar su hegemonía a la opinión pública.
Las potencias regionales se debilitarán a sí mismas a través de sus participaciones directas en la crisis siria. La situación crítica del Oriente Medio ha aumentado considerablemente la compra de armas y también la dependencia a EEUU en la región.
Los ataques terroristas en Europa, el problema de los refugiados para los países europeos y la amenaza del crecimiento de la crisis en el patio trasero de Rusia son unas de las consecuencias de la crisis en la región. Entonces, se puede decir que EEUU cuenta con la mejor situación entre sus rivales.
La extensión de la crisis del Oriente Medio y el aumento del extremismo en Rusia y sus vecinos, como la región del Cáucaso, Tayikistán, Turkmenistán, Chechenia, y también la crisis de Ucrania pueden amenazar la seguridad de este país eurasiático y preparar el terreno para la debilitación de Rusia como el mayor rival de Estados Unidos.
Por fin, se debe decir que estos desafíos e intereses de EEUU en la crisis del Oriente Medio han influido en las políticas del país norteamericano y han enfrentado a los estadounidenses a muchas dificultades en la región.